Publicado 04/03/2025 04:27

Los unicornios del mar usan sus colmillos para explorar, cazar y jugar

El icónico narval del Ártico, famoso por su colmillo largo y espiral, es una de las criaturas más fascinantes de la naturaleza. Sin embargo, pocos han sido testigos de cómo estos esquivos animales usan sus colmillos en la naturaleza.
El icónico narval del Ártico, famoso por su colmillo largo y espiral, es una de las criaturas más fascinantes de la naturaleza. Sin embargo, pocos han sido testigos de cómo estos esquivos animales usan sus colmillos en la naturaleza. - Florida Atlantic University

MADRID, 4 Mar. (EUROPA PRESS) -

Un seguimiento mediante drones en el remoto ártico canadiense ha permitido documentar la primera evidencia de narvales que utilizan sus colmillos en la naturaleza para investigar, manipular e influir sobre el comportamiento de sus presas durante la caza.

El narval (Monodon monoceros), una ballena emblemática de las remotas aguas del Ártico, es ampliamente conocido por su colmillo largo y espiral, que en realidad es un diente alargado. El colmillo, que se encuentra predominantemente en los machos y puede crecer hasta 3 metros de largo, es uno de los rasgos más fascinantes de la naturaleza y la inspiración para mitos como el del unicornio. Se cree que desempeña un papel en la competencia por las parejas, incluidas las exhibiciones de apareamiento. El colmillo puede tener otros usos y su función aún es objeto de debate, principalmente porque pocas personas han observado cómo estos esquivos animales usan sus colmillos en la naturaleza.

Las limitadas observaciones de campo también significan que se sabe poco sobre muchos otros aspectos del comportamiento de esta ballena ártica altamente gregaria, incluidos los comportamientos sociales y reproductivos, cómo se adaptan a las condiciones ambientales cambiantes o si los narvales participan en comportamientos que no están vinculados directamente con la aptitud física, como el juego.

Utilizando drones, investigadores del Instituto Oceanográfico Harbor Branch de la Universidad Atlántica de Florida y del Departamento de Pesca y Océanos de Canadá, en colaboración con las comunidades inuit de Nunavut, en el Alto Ártico de Canadá, proporcionan la primera evidencia de narvales que utilizan sus colmillos en la naturaleza para investigar, manipular e influir en el comportamiento de la trucha ártica (Salvelinus alpinus), incluida la aplicación de suficiente fuerza con sus colmillos para aturdir y posiblemente matar al pez. Los investigadores capturaron 17 comportamientos distintos, que arrojaron luz sobre la dinámica entre el narval, su presa y los competidores aviares.

JUEGO DE EXPLORACIÓN

Los resultados del estudio, publicado en la revista Frontiers in Marine Science, también revelan la primera evidencia de un posible juego, específicamente un juego de exploración de objetos, en los narvales, así como otros conocimientos fascinantes sobre el comportamiento de los narvales en un Ártico cambiante. Los aspectos de las acciones de los narvales, por ejemplo, también pueden haber incluido el aprendizaje social, y posiblemente la instrucción social y las diferencias de personalidad entre los narvales individuales. Estos nuevos hallazgos enriquecen aún más nuestra comprensión del complejo comportamiento de los narvales.

Los hallazgos también proporcionan los primeros informes de interacciones entre narvales, peces y aves, incluido un intento de cleptoparasitismo, una situación de “ladrón de comida”, entre narvales y gaviotas hiperbóreas (Larus hyperboreus).

“Los narvales son conocidos por su comportamiento de ‘colmillos’, donde dos o más de ellos levantan simultáneamente sus colmillos casi verticalmente fuera del agua, cruzándolos en lo que puede ser un comportamiento ritualista para evaluar las cualidades de un oponente potencial o para mostrar esas cualidades a posibles parejas”, dijo en un comunicado Greg O’Corry-Crowe, autor principal, profesor de investigación en FAU Harbor Branch y National Geographic Explorer. “Pero ahora sabemos que los colmillos de narval tienen otros usos, algunos bastante inesperados, que incluyen la búsqueda de alimento, la exploración y el juego”.

DESTREZA Y PRECISIÓN

Los narvales exhibieron una destreza, precisión y velocidad de movimiento del colmillo notables, y regularmente hacían ajustes para seguir el movimiento del objetivo. El colmillo, especialmente la punta, se utilizó para interrogar y manipular al objetivo mediante breves contactos, que generalmente provocaban una respuesta del pez.

“He estado estudiando a los narvales durante más de una década y siempre me han maravillado sus colmillos”, dijo Cortney Watt, Ph.D., coautora y científica investigadora y líder del equipo en Pesca y Océanos, Canadá. “Observarlos usando sus colmillos para buscar comida y jugar es extraordinario. Este estudio único en el que instalamos un campamento de campo remoto y pasamos tiempo filmando a los narvales con drones está generando muchos conocimientos interesantes y brindando una vista aérea de su comportamiento que nunca antes habíamos visto”.

Esta investigación destaca cómo los cambios ambientales podrían introducir nuevos encuentros entre especies, desafiando a las especies del Ártico a adaptarse.

“Nuestras observaciones proporcionan evidencia clara de que los narvales persiguen a los peces y usan sus colmillos para interactuar directamente con ellos e influir en su comportamiento”, dijo O’Corry-Crowe. “Algunas de las interacciones que vimos parecían ser de naturaleza competitiva, con una ballena bloqueando o tratando de bloquear el acceso de otra ballena al mismo pez objetivo, mientras que otras pueden haber sido más sutiles, posiblemente comunicativas e incluso afiliativas. Ninguna parecía abiertamente agresiva”.

Los comportamientos sociales entre las ballenas, como aprender unas de otras, también sugieren que los procesos sociales podrían acelerar la adaptación conductual en respuesta a los cambios del Ártico.

“Para comprender cómo los narvales se ven afectados y se adaptan al Ártico cambiante, los estudios de campo que utilizan herramientas innovadoras y no invasivas como los drones son esenciales para observarlos en su entorno natural sin perturbarlos”, dijo O’Corry-Crowe. “Los drones proporcionan una vista única y en tiempo real de su comportamiento, lo que ayuda a los científicos a recopilar datos cruciales sobre cómo responden los narvales a los cambios en los patrones de hielo, la disponibilidad de presas y otros cambios ambientales. Estos estudios son fundamentales para comprender el impacto del calentamiento global en estos esquivos animales”.

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