Publicado 17/11/2024 11:48

El Papa: "Todo abuso es una traición a la confianza"

Archivo - El Papa Francisco durante el ángelus del domingo 23 de octubre de 2022.
Archivo - El Papa Francisco durante el ángelus del domingo 23 de octubre de 2022. - VATICAN NEWS - Archivo

ROMA 17 Nov. (EUROPA PRESS) -

El Papa ha denunciado este domingo que "todo abuso es una traición a la confianza" y una "traición a la vida".

Tras el Ángelus, Francisco ha pedido oraciones por la iniciativa de la Iglesia italiana que ha organizado este lunes una Jornada de Oración por las víctimas y los supervivientes de abusos.

"Todo abuso es una traición a la confianza, es una traición a la vida. La oración es indispensable para restablecer la confianza", ha señalado el Papa.

Este domingo, la Iglesia celebra la Jornada Mundial de los Pobres y Francisco ha agradecido "a quienes en las diócesis y parroquias han promovido iniciativas de solidaridad con los más necesitados". Así, ha invitado a preguntarse: "Me privo de algo para dárselo a los pobres? Cuando doy limosna, ¿toco la mano del pobre y le miro a los ojos?".

Francisco ha celebrado además una misa en la basílica de San Pedro en la que ha instado, además de a la Iglesia, a los Estados y organismos internacionales a no olvidarse de los pobres y a ir más allá de la pobreza global y a comprometerse "para mejorar la realidad".

"Lo digo a la Iglesia, lo digo a los gobiernos de los Estados y a las organizaciones internacionales, lo digo a cada uno y a todos: no nos olvidemos de los pobres", ha dicho el Pontífice en su homilía.

Para el Papa, no hay que fijarse "sólo en los grandes problemas de la pobreza global, sino en lo poco que todos podemos hacer en lo cotidiano: con nuestro estilo de vida, con la atención y el cuidado del ambiente en el que vivimos, con la búsqueda constante de justicia, compartiendo nuestros bienes con los más pobres, comprometiéndonos social y políticamente para mejorar la realidad que nos rodea".

A su juicio, "crece la injusticia que provoca el dolor de los pobres" por l que ha pedido a los fieles que no se dejen llevar por la inercia de aquellos que, "por comodidad o por pereza, piensan que 'el mundo es así' y 'no hay nada que yo pueda hacer'".

En este sentido, ha asegurado que la fe cristiana no debe reducirse "a una devoción pasiva, que no incomoda a los poderes de este mundo y no produce ningún compromiso concreto en la caridad".

Igualmente, ha denunciado que "una parte del mundo está condenada a vivir en los sectores marginales de la historia". "Crecen las desigualdades y la economía castiga a los más débiles", y "mientras la sociedad se consagra a la idolatría del dinero, los pobres y excluidos no pueden hacer otra cosa que seguir esperando", ha señalado el Pontífice.

Como es habitual en esta jornada, tras presidir la misa, el Papa almorzará junto a 1.300 personas pobres en el Vaticano.

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