MADRID, 25 Nov. (EUROPA PRESS) -
La NASA enfrenta riesgos cada vez mayores para mantener las operaciones de la ISS (Estación Espacial Internacional) hasta 2030 como está previsto, según un reciente informe de la agencia.
Las grietas y fugas de aire en el Service Module Transfer Tunnel, como se refiere al módulo de servicio ruso Zvezda, son "un riesgo de seguridad importante"; y la NASA y Roscosmos están colaborando para investigar y mitigar las grietas y fugas, determinar la causa raíz y monitorear la estación para detectar nuevas fugas. Sin embargo, el informe recuerda que en abril de este año, la NASA identificó un aumento en la tasa de fugas a su nivel más alto hasta la fecha.
Más allá de la mitigación del riesgo estructural, los responsables del programa esperan que las operaciones continuas de la estación requieran más reparaciones y las actualizaciones de piezas reemplazables clave pueden ser más difíciles de adquirir a medida que los proveedores disminuyan o cesen la producción. Estos problemas de la cadena de suministro pueden volverse más persistentes si la NASA continúa las operaciones después de 2030, momento a partir del cual se espera un paulatino cese de actividad. Si bien las estrategias y los modelos predictivos de la NASA para el reemplazo de piezas satisfacen las necesidades operativas actuales de la ISS, el informe ha descubierto que el programa ISS "enfrenta desafíos con las necesidades futuras de piezas".
Mantener las operaciones de la ISS hasta 2030 dependerá en gran medida de capacidades de transporte confiables tanto para la carga como para la tripulación. En este sentido, el informe señala que "la falta de redundancia y las capacidades limitadas aumentan el riesgo para la capacidad de la NASA de llevar suministros, ciencia y tripulación a la Estación y desde ella".
Este riesgo se ve incrementado aún más por la dependencia actual de un único proveedor de lanzamiento para la carga y la tripulación, lo que puede interrumpir las operaciones planificadas de la ISS. "Si el único vehículo de lanzamiento se queda en tierra o falla, Estados Unidos no tendría la capacidad de transportar carga y tripulación a la Estación", advierte. En cambio, la NASA volvería a depender de sus socios internacionales, en concreto Rusia, para transportar carga y tripulación para continuar realizando ciencia e investigación.
Asimismo, el informe considera que la amenaza de los micrometeoroides y los desechos orbitales (MMOD) es "un riesgo importante" para la seguridad de la tripulación, la estructura de la ISS, los vehículos visitantes y las operaciones sostenidas de la ISS. Los eventos recientes ilustran el impacto de los ataques de MMOD.
La NASA mitiga el riesgo de MMOD principalmente a través del blindaje y el seguimiento. La NASA instaló escudos en el segmento estadounidense de la ISS para protegerlo de daños causados por desechos orbitales de 3 centímetros o menos y depende de la Red de Vigilancia Espacial para proporcionar datos de seguimiento de objetos orbitales en en órbita baja mayores de 10 centímetros. Sin embargo, el informe enfatiza que la agencia espacial aceptó algunos riesgos de MMOD y "no tiene la intención de agregar más exteriores protectores debido a los altos costos y desafíos técnicos".
EVACUACIÓN DESDE LA TIERRA Y DESORBITACIÓN
Por otro lado, el Programa ISS tiene suficientes planes y procedimientos establecidos para garantizar la seguridad de la tripulación aislando secciones de la Estación para contener la amenaza, y en casos de amenazas más significativas que no se pueden aislar, los procedimientos de seguridad del Programa ISS requieren el movimiento a vehículos de la tripulación en caso de que sea necesario evacuar la Estación. Los vehículos ISS, Soyuz, Crew Dragon y Starliner tienen reglas específicas de refugio en el vehículo y refugio seguro, que incluyen evacuar la Estación.
"Sin embargo, debido a los altos costos y un presupuesto limitado, la falta de vehículos listos para el lanzamiento impide que la Agencia tenga una capacidad de respuesta inmediata si los vehículos de la tripulación sufren daños significativos y ya no son seguros para la evacuación de la tripulación", advierte el informe.
Después de más de una década de esfuerzo, la NASA y sus socios continúan desarrollando un plan de transición y desorbitación para evitar una brecha operativa en la órbita baja terrestre y garantizar una desorbitación segura y controlada de la ISS. Sin embargo, este documento remarca que "Rusia no se ha comprometido con las operaciones de la ISS hasta 2030, lo que incluye el plan de desorbitación y el cronograma. Sin el compromiso de Rusia con el plan de desorbitación actual, la capacidad de llevar a cabo una desorbitación controlada no está clara".
En junio de 2024, la NASA adjudicó un contrato a SpaceX para desarrollar el vehículo de desorbitación estadounidense para ejecutar la desorbitación controlada de la ISS en 2031. No obstante, la incertidumbre sobre la preparación para el uso comercial de este actividad en órbita baja, la disponibilidad presupuestaria limitada y la posible demora en la disponibilidad del vehículo de desorbitación estadounidense "añaden más desafíos y riesgos al cronograma del plan de desorbitación de la NASA para 2031".