BOLIVIA, 18 Sep (EUROPA PRESS)
Una nueva investigación publicada en Biological Reviews propone que los simios son capaces de comprender las intenciones comunicativas detrás de las acciones de otros de su especie, empleando su lenguaje corporal para expresarse, lo cual revoluciona nuestra comprensión previa, que consideraba esta habilidad exclusiva de los humanos. Esta conclusión surge después de años de debate sobre la comunicación entre los grandes simios, como los chimpancés y gorilas, desde los primeros estudios de Jane Goodall en los años 60.
Los investigadores sugieren que, por ejemplo, cuando un bebé chimpancé extiende sus brazos hacia la espalda de su madre, está comunicando su deseo de ser cargado, evidenciando un conocimiento compartido sobre el significado de usar ciertas partes del cuerpo en contextos específicos. Esta teoría, presentada por el equipo del Dr. Richard Moore de la Universidad de Warwick, desafía las teorías anteriores: la "perspectiva de Leipzig", que argumenta los gestos se aprenden a través de la interacción y difieren entre grupos, y la "perspectiva de St. Andrews", que sostiene que estos gestos son innatos y universales.
El Dr. Moore explicó que estas acciones no son aleatorias, sino que se basan en un entendimiento compartido y natural sobre cómo pueden usarse las partes del cuerpo para comunicar mensajes específicos. Esto difiere notablemente de los humanos quienes, aunque comparten estas bases de comunicación no verbal, evolucionaron hacia la capacidad de transmitir ideas complejas sin depender exclusivamente de señales físicas.
Esta investigación no solo ofrece una visión innovadora sobre el origen y evolución del lenguaje humano, vinculando los gestos de los simios con las formas primitivas de comunicación humana, sino que también responde a preguntas de larga data sobre por qué los simios de diferentes especies exhiben gestos tan similares.
Al enfocarse en las acciones y partes del cuerpo que son comunes entre ellos, los investigadores identificaron que la facilidad para entender estos gestos entre especies proviene de experiencias y anatomías compartidas, poniendo de manifiesto una vez más la intrincada relación entre los simios y la evolución de los mecanismos de comunicación en los seres humanos. Esta perspectiva abre nuevas rutas para entender no solo a nuestros parientes evolutivos más cercanos, sino también los orígenes de nuestro propio lenguaje y comunicación.