BOLIVIA, 3 Oct (EUROPA PRESS)
Un reciente análisis de datos provenientes de la misión Lunar Reconnaissance Orbiter (LRO) de la NASA reveló que las reservas de hielo en el polvo y las rocas lunares, conocido como regolito, son más amplias de lo previo estimado. Este descubrimiento, publicado el 2 de octubre en el Planetary Science Journal, subraya el potencial del hielo como recurso crucial para futuras misiones de exploración lunar.
Según el Dr. Timothy P. McClanahan del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA y autor principal del estudio, la presencia de hielo de agua se ha confirmado más allá de las regiones permanentemente sombreadas (PSR) más grandes cerca del Polo Sur lunar, extendiéndose hasta al menos 77 grados de latitud sur. Esta evidencia respalda la idea de que el agua lunar podría ser utilizada de diversas maneras, incluida la protección contra la radiación, el soporte vital para astronautas, o incluso descomponiéndola en hidrógeno y oxígeno para la producción de combustible para cohetes, energía y aire respirable.
El estudio también proporciona información valiosa para los planificadores de misiones lunares al identificar áreas potenciales donde el hielo podría encontrarse en mayores concentraciones, especialmente en las PSR más frías, con temperaturas inferiores a los 75 Kelvin (-198 °C), y en las bases de las pendientes orientadas hacia los polos.
"Nosotros esperamos que por cada metro cuadrado de superficie sobre estos depósitos debería haber al menos unos cinco litros más de hielo dentro de los 1,1 metros superiores de la superficie, en comparación con las áreas circundantes", explicó McClanahan. Sin embargo, el equipo señala que el volumen exacto de estos depósitos de hielo todavía no se puede determinar de manera precisa, ni se puede establecer si están cubiertos por una capa seca de regolito.
El método empleado para detectar estas reservas de hielo involucró el análisis de neutrones "epitèrmicos" usando el detector de neutrones para la exploración lunar (LEND) de LRO. Estos neutrones se generan cuando los rayos cósmicos galácticos de alta energía impactan en la superficie lunar, y la presencia de hidrógeno en el regolito, señal de agua, resulta en una reducción de estos neutrones de energía moderada, revelando así las concentraciones de hielo.
Esta investigación no solo refuerza la posible utilización de recursos in situ en la Luna para apoyar la presencia humana a largo plazo, sino también abre nuevas vías para comprender cómo el agua y el hielo pueden persistir en entornos espaciales severamente fríos y sin atmósfera.