BOLIVIA, 26 Sep (EUROPA PRESS)
Un estudio reciente de la Universidad de Harvard, publicado en 'Current Biology', reveló hallazgos sorprendentes sobre los petirrojos marinos, unos peces con características únicas, que incluyen seis apéndices semejantes a patas. Estos apéndices no solo les permiten correr y cavar con destreza, sino que también poseen capacidades similares a las papilas gustativas humanas.
La investigación comenzó tras un encuentro fortuito en 2019 en el Laboratorio de Biología Marina de Cape Cod, donde el investigador Corey Allard, postdoctoral en el laboratorio de Nicholas Bellono de Harvard, se sintió inspirado a estudiar a estos peces peculiares. El laboratorio de Bellono se enfoca en la biología sensorial y la fisiología celular de varias especies marinas.
"Allard argumenta 'Los petirrojos marinos son un ejemplo de una especie con un rasgo muy inusual y novedoso'. El objetivo era entender cómo se forma un nuevo órgano. Este interés llevó a una colaboración con investigadores de la Universidad de Stanford, generando así estudios que detallan cómo estos peces utilizan sus patas, los genes que influyen en su aparición y su relevancia para comprender las adaptaciones evolutivas.
Se descubrió que las "patas" son en realidad extensiones de sus aletas pectorales, y experimentos detallaron su sensibilidad tanto a estímulos mecánicos como químicos. Curiosamente, durante la investigación se adquirieron por accidente peces de una especie diferente, P. evolans, que a diferencia de Prionotus carolinus, no usan sus patas para cavar en busca de alimentos. Esto llevó a comparar las especies y a identificar subespecializaciones evolutivas, como las papilas en las patas de P. carolinus, similares a las papilas gustativas humanas.
Allard y su equipo también exploraron las bases genéticas de estas características únicas, mediante la colaboración con el laboratorio Kingsley de Stanford, Agnese Seminara, física italiana, y Maude Baldwin, bióloga del Instituto Max Planck de Alemania. Emplearon técnicas de edición transcriptómica y genómica para identificar factores de transcripción genética esenciales en la formación y función de las patas.
Este estudio no solo amplía el conocimiento sobre los petirrojos marinos, sino que también propone a estos peces como un modelo para investigar adaptaciones evolutivas específicas. Además, arroja luz sobre cómo algunas características evolutivas, incluyendo factores de transcripción genética relacionados con el desarrollo de extremidades, pueden ser compartidas entre especies muy diferentes, incluidos los humanos.