BOLIVIA, 21 Oct (EUROPA PRESS)
Un innovador desarrollo en la construcción de infraestructuras para la colonización de la Luna tomó lugar recientemente, cortesía de un equipo de científicos de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Huazhong (HUST), China, quienes crearon ladrillos a partir de un material con composiciones similares al suelo lunar, mostrando una resistencia más de tres veces superior en comparación con los ladrillos estándar o de hormigón.
Este nuevo material podría representar un gran paso adelante en los esfuerzos por establecer bases permanentes en la Luna, ofreciendo una solución práctica y robusta para la construcción en el entorno extremo lunar. El estudio y desarrollo de esta tecnología tiene el potencial de simplificar la logística de construir fuera de la Tierra al utilizar recursos in situ.
Además, el grupo de investigadores presentó una innovadora alternativa para la construcción, implementando técnicas de fabricación aditiva. Esto incluye el uso de un robot de impresión 3D diseñado para construir estructuras habitacionales directamente en la superficie lunar utilizando el regolito disponible.
Zhou Cheng, integrante del equipo de la HUST, explicó que se utilizaron cinco diferentes composiciones de suelo lunar simuladas y se experimentó con tres métodos de sinterización distintos. Este enfoque meticuloso tiene como objetivo ofrecer una base científica sólida para la selección de materiales y la optimización de los procesos constructivos en futuras misiones lunares.
La variabilidad en la composición del suelo lunar, con lugares como el sitio de aterrizaje de Chang'e 5 caracterizado principalmente por basalto, y otros ricos en anortosita, plantea desafíos y oportunidades únicas para la construcción extraterrestre. Zhou también señaló la importancia de realizar pruebas exhaustivas para examinar cómo estos materiales se comportarían bajo condiciones lunares, incluyendo los cambios extremos de temperatura y la exposición a radiación cósmica.
En un emocionante paso hacia adelante, se programó enviar ladrillos lunares a la estación espacial de China a bordo de la nave de carga Tianzhou-8. Esta misión tiene como objetivo probar la capacidad de los ladrillos para resistir tanto las condiciones mecánicas como térmicas y su tolerancia a la radiación cósmica del espacio. Este primer lote de materiales de construcción lunar se espera regrese a la Tierra para su análisis más detallado hacia fines de 2025, marcando un importante hito en la ambición humana de establecer una presencia sostenible en la Luna.