BOLIVIA, 19 Sep (EUROPA PRESS)
Una especie extinta, plasmada en el arte rupestre por el antiguo pueblo san de Sudáfrica, podría haber sido identificada gracias a un reciente estudio. Investigadores sugieren que un animal con colmillos, desconocido hasta la fecha, representado en estas pinturas, es en realidad un dicinodonte, un ser prehistórico cuyos fósiles se encuentran en la misma región.
El análisis, liderado por Julien Benoit de la Universidad de Witwatersrand en Johannesburgo y publicado en la revista PLOS ONE, se centró en el denominado 'panel de la Serpiente Cornuda'. Este fragmento de arte rupestre data de entre 1821 y 1835 y muestra diversos animales, entre ellos, uno de cuerpo largo y colmillos notables que no se corresponden con ninguna especie actualmente viva en la zona.
Los san, conocidos por integrar elementos de su entorno en su arte, como los fósiles, posiblemente encontraron restos de dicinodontes, especies ya extintas para cuando los dinosaurios aparecieron y mucho antes de la llegada de los humanos a África. Esta criatura, retratada en la roca, podría ser una de las primeras representaciones artísticas de un fósil por parte de los humanos, incluso antes de la descripción científica formal de estos animales.
La cuenca del Karoo, lugar donde se halló el arte rupestre, es un sitio conocido por su riqueza en fósiles, incluidos los de dicinodontes. Benoit encontró similitudes notables entre la figura con colmillos del arte rupestre y los fósiles de estas criaturas prehistóricas, apoyando la teoría de una conexión entre el arte antiguo y la paleontología.
Este descubrimiento no solo destaca la observación y la integración de conocimientos paleontológicos por parte de los san, sino que también anticipa en una década la descripción científica oficial de los dicinodontes por parte del occidente. "La pintura fue realizada a más tardar en 1835, lo que significa que este dicinodonte fue representado al menos diez años antes del descubrimiento científico occidental y de la denominación del primer dicinodonte por Richard Owen en 1845", señaló Julien Benoit. Este hallazgo subraya la importancia del arte rupestre no solo como expresión cultural sino también como testimonio de la interacción temprana del hombre con la paleontología.