La ONG subraya que "se ha vuelto insostenible continuar" los trabajos en el Hospital Bashair sin garantías de seguridad
MADRID, 10 Ene. (EUROPA PRESS) -
La organización no gubernamental Médicos Sin Fronteras (MSF) ha anunciado este viernes la suspensión de sus actividades en un importante hospital de la capital de Sudán, Jartum, a causa de los "ataques violentos" contra pacientes y personal en las instalaciones, situadas en una zona bajo control de las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF).
"MSF condena firmemente los ataques violentos contra pacientes y personal en el Hospital Bashair, situado en un área de Jartum controlada por las RSF", ha dicho, antes de afirmar que los ataques han continuado a pesar de los contactos "extensos" con "todas las partes".
Así, ha subrayado que la situación ha llevado a la ONG a adoptar la "muy difícil decisión" de "suspender todas las actividades médicas en el hospital", donde sus equipos trabajan desde hace 20 meses, periodo de tiempo en el que se han registrado "repetidos incidentes" en los que "combatientes armados" irrumpieron en el centro y "amenazaron al personal médico, a menudo pidiendo que los combatientes fueran tratados antes que otros pacientes".
MSF ha detallado que un paciente murió tiroteado el 11 de noviembre de 2024dentro del hospital, mientras que el 18 de diciembre un grupo de "atacantes" abrieron fuego dentro del departamento de emergencias, "amenazando directamente al personal médico" del hospital. Previamente, una persona resultó herida por disparos realizados contra el centro.
"El sufrimiento que presenciamos en Jartum es enorme. La violencia intensa y extrema continúa a diario", ha dicho la coordinadora de emergencias de la ONG, Claire Sn Filippo. "La escasez y los bloqueos de alimentos, suministros y ayuda humanitaria hacen que la gente tenga que luchar para sobrevivir", ha agregado.
"Las necesidades médicas son abrumadoras. Las heridas son a menudo terribles. Los incidentes con gran número de víctimas se han convertido en algo casi rutinario", ha detallado. "Nuestro equipo, el personal del hospital y los voluntarios han trabajado incansablemente en condiciones muy difíciles para proporcionar atención médica", ha recalcado.
Sin embargo, ha hecho hincapié en que "sin la seguridad para operar con seguridad se ha vuelto insostenible continuar cuando las vidas de nuestro personal y de nuestros pacientes están amenazadas". El centro es uno de los pocos que queda operativo en el sur de Jartum a causa de la guerra desatada en abril de 2023 entre el Ejército y las RSF.
La organización ha especificado que desde finales de septiembre se ha registrado un aumento del número de pacientes con heridas traumáticas violentas a causa del repunte de los combates en la zona, incluido el traslado el domingo de 50 personas a emergencias, incluidas doce ya fallecidas, tras un bombardeo a un kilómetro de distancia del hospital.
En esta línea, ha ahondado en que también se ha registrado un incremento del número de casos pediátricos y de maternidad en el Hospital Bashair debido al cierre o la reducción de servicios en otros centros sanitarios a causa de las hostilidades, que han tenido un profundo impacto sobre el sistema de salud del país africano, donde se han registrado además brotes de cólera, malaria y dengue, además de un repunte de la desnutrición.
A ello se suma que el transporte de suministros médicos y el movimiento de personal desde Puerto Sudán lleva bloqueado más de un año, mientras que MSF tuvo que suspender sus actividades en julio de 2024 en el cercano Hospital Turco a causa de las amenazas y los actos de violencia perpetrados contra su personal.
"Es devastador tener que dejar de brindar atención médica vital en este hospital, especialmente ante unas necesidades médicas tan grandes y crecientes", ha reconocido San Filippo, quien ha incidido en que "cada vez que una organización se ve obligada a suspender sus actividades, los pacientes tienen menos acceso a la atención médica que necesitan desesperadamente".
Por ello, ha subrayado que "los hospitales deben ser lugares donde las personas puedan buscar atención médica sin arriesgar sus vidas y donde los profesionales médicos puedan brindar atención de manera segura", sin que las RSF o las autoridades sudanesas se hayan pronunciado por ahora sobre el anuncio de la organización.
La guerra entre el Ejército y las RSF estalló en abril de 2023 a causa de las fuertes discrepancias en torno al proceso de integración del grupo paramilitar --ahora declarado como terrorista-- en el seno de las Fuerzas Armadas, situación que provocó el descarrilamiento de la transición abierta tras el derrocamiento en 2019 del régimen de Omar Hasán al Bashir.