Publicado 15/11/2023 08:32

Socidrogalcohol advierte de que en España se han producido unas 15.000 muertes en 8 años por consumo de alcohol

Archivo - Whiskey en un vaso
Archivo - Whiskey en un vaso - OLEGEVSEEV/ ISTOCK - Archivo

MADRID 15 Nov. (EUROPA PRESS) -

España registró en 8 años (2010-2017) unas 14.927 muertes por consumo de alcohol, de las que casi un 58,6 por ciento fueron prematuras --esto es, se produjeron antes de los 75 años--, según ha advertido un estudio de Socidrogalcohol, publicado en su revista 'Adicciones'.

Según el estudio, la tasa de mortalidad atribuible a alcohol estandarizada por edad fue 39,4/ 100.000 habitantes, representando un 3,9 por ciento de la mortalidad general. Dos de cada tres muertes fueron en bebedores de alto riesgo. Las causas de mortalidad atribuible a alcohol más frecuentes fueron cáncer (43,8%) y enfermedades digestivas (32,9%).

Así, la principal causa de muerte en relación con el consumo de alcohol es el cáncer, seguido de las enfermedades digestivas, metabólicas, causas externas (accidente, por ejemplo), circulatorias neurológicas/mentales e infecciosas.

Esto ocurre en mayor porcentaje en bebedores de alto riesgo, seguidos de exbebedores y bebedores de medio-bajo riesgo. Las muertes relacionadas con el alcohol son 3,5 veces más probables en hombres que en mujeres. El acceso a tratamiento también es mayor entre hombres, lo que no implica que no haya mujeres con problemas de alcohol, solo que estas en muchas ocasiones tardan más en pedir ayuda y acceden más tarde a tratamiento, en muchas ocasiones por el doble estigma social que sufren que ejerce como una barrera de acceso al tratamiento.

Además, según la investigación, la tasa media anual de muerte asociada al consumo de alcohol ha experimentado un descenso del 8 por ciento respecto al periodo analizado anteriormente que se corresponde entre 2001 y 2009. Según datos de la Organización Mundial de la Salud, también ocurre en otros países europeos.

Esto, según las conclusiones de los autores en el artículo científico, puede deberse a mejoras en el tratamiento y también a cuestiones de ámbito económico y social concretos. "Por ejemplo, la cirrosis hepática puede ser causada por alcohol y otros agentes, como el virus de la hepatitis C, por lo que la introducción de tratamientos efectivos frente a este virus a partir de 2014 puede haber contribuido a la disminución de las muertes atribuibles al alcohol por enfermedades digestivas. Sin embargo, la mayor parte del descenso de estas muertes se debe probablemente al descenso del consumo per cápita de alcohol, influido por múltiples factores", ha expresado la entidad.

Por ello, Socidrogalcohol pide que las políticas públicas se dirijan a la prevención del consumo de alcohol desde edades tempranas. Con motivo del Día Sin Alcohol, que se celebra cada 15 de noviembre, recuerdan que hay intervenciones que han demostrado "una gran efectividad, además de la necesaria prevención".

El vicepresidente de la sociedad científica, Hugo López, explica que alguna de estas medidas tienen que ver con la limitación de la publicidad y patrocinios, con las restricciones del acceso al alcohol, controles del consumo en momentos como la conducción, medidas educativas y persuasivas dirigidas a mujeres embarazadas o menores de edad y una política de precios e impuestos.

"La mortalidad relacionada con el alcohol afecta a toda la población que bebe, también a los bebedores de bajo-moderado riesgo aunque en menor medida", ha recordado, para añadir que "cualquier consumo de alcohol es un consumo de riesgo"; si bien ha aclarado que aquellas personas que lo hacen de forma más intensa y frecuente presentan "obviamente" más posibilidades de fallecer de forma prematura.

Entre los bebedores de alto riesgo, algunos tienen trastornos psiquiátricos comórbidos como depresión o ansiedad que requieren de tratamiento específico. Por ello, desde la sociedad científica defienden que mejorar el acceso al tratamiento de estas personas es "fundamental" para disminuir el riesgo de muerte.

Por último, según los expertos del citado estudio, hay una "necesidad" de desarrollar estrategias efectivas que tengan como objetivo disminuir el consumo promedio en la población general para poder rebajar también las cifras de consumo de alto riesgo, "que es el que mayor mortalidad presenta".