Publicado 28/11/2024 13:42

Como protegerse de las "cada vez más sofisticadas" campañas del Black Friday

Dos personas miran una web de compras online, a 15 de noviembre de 2024, en Madrid (España). El próximo 29 de noviembre tendrá lugar el ‘Black Friday’, día en el que un 70% de los españoles tiene previsto realizar alguna compra. A la hora de realizar las
Dos personas miran una web de compras online, a 15 de noviembre de 2024, en Madrid (España). El próximo 29 de noviembre tendrá lugar el ‘Black Friday’, día en el que un 70% de los españoles tiene previsto realizar alguna compra. A la hora de realizar las - Eduardo Parra - Europa Press

   MADRID, 28 Nov. (EUROPA PRESS) -

   La psicóloga de la Clínica Nuestar Señora de La Paz de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, Laura Gijón, ha advertido este jueves sobre el "reto" que supone protegerse frente a las "cada vez más sofisticadas y efectivas" campañas de publicidad, especialmente de cara a días como el Black Friday, que tiene lugar este viernes.

   "Vivimos en una sociedad sobre informada en la que se incluyen de forma repetitiva anuncios de productos que el algoritmo considera que nos puede interesar, por lo que protegerse de días como el Black Friday, que tiene lugar este 29 de noviembre, se puede convertir en un auténtico reto. A esto se le suma que las estrategias de marketing son cada vez más sofisticadas y efectivas, lo que nos pone en una posición que nos hace más complicado no sucumbir", ha explicado.

   Este riesgo es aún mayor en personas que presentan conductas "compulsivas" o "abusivas", por lo que ha resaltado los dispositivos de la Clínica Nuestra Señora de la Paz encaminados a controlar estas actitudes, todo ello mediante la instauración de conductas preventivas y estrategias que ayuden a evitar este tipo de estímulos, según un comunicado de la clínica.

   "Los estímulos, los artículos en venta con sus ofertas, se presentan de tal manera que nos hacen anticipar los momentos de placer que nos proporcionarán con su obtención, lo que incide en la activación de circuitos cerebrales relacionados con esta experiencia; son los llamados circuitos de recompensa", ha detallado Gijón.

   La especialista también ha destacado que el Black Friday se encuentra encuadrado entre festividades y muy cerca de la Navidad, que cada vez se anticipa con un mayor número de estímulos que invitan a gastar dinero, todo ello a través del "principio de escasez".

   Este concepto, que "las empresas y comercios conocen y al que recurren", consiste en ofrecer los productos como algo de "precio único" y de "acceso limitado en el tiempo", lo que produce en las personas una mayor necesidad de conseguirlo.

   "En nuestra mente colectiva también está presente la situación económica por la que con elevada probabilidad atravesaremos posteriormente, la conocida cuesta de enero, lo que contribuye a que en este momento nos resulte más atrayente la idea de darnos algún capricho que más adelante seguramente no nos podremos permitir. Todo lo mencionado influye a la hora de crear en nuestra mente supuestas necesidades que a veces no son tal", ha añadido.

   Gijón ha afirmado que estos estímulos, presentados a través de artículos en oferta, "se presentan de tal manera que nos hacen anticipar los momentos de placer que nos proporcionarán con su obtención, lo que incide en la activación de circuitos cerebrales relacionados con esta experiencia, son los llamados circuitos de recompensa".

PREVENCIÓN DEL CONSUMISMO

   Estos circuitos tienen "un papel muy relevante en el desarrollo de conductas adictivas", especialmente por la participación de la dopamina, el neurotransmisor del placer, cuya liberación puede complicar los intentos de "no caer en la tentación", razón por la que ha recomendado hacer un "esfuerzo consciente" en el que la parte del "cerebro más racional tome el mando", lo que ayudará a no tomar decisiones precipitadas.

   Del mismo modo, ha aconsejado planificar de forma anticipada las compras previstas y ajustarse al plan, de forma que no se caiga en "compras innecesarias", para lo que también se puede pedir el apoyo del entorno de cada uno y "proponer a alguien de confianza que custodie" las tarjetas y monederos en caso de presentar dificultades para controlar la situación.

   "Durante esos días podemos valorar en mayor medida volver a nuestros orígenes recuperando actividades y planes más sencillos y tradicionales que nos alejen de este fenómeno y nos permitan contactar con el disfrute de reforzadores más naturales como son la lectura de un buen libro, la práctica de artesanía o el disfrute del tiempo al aire libre solo o en buena compañía, cosas que nos ayuden a conseguir o recuperar el bienestar de un modo más adaptativo", ha agregado.

   La psicóloga también ha propuesto limitar lo máximo posible el acceso a información publicitaria o establecer un "periodo de reflexión" sobre la "necesidad real" del producto que se está valorando adquirir.

PERFILES MÁS VULNERABLES AL CONSUMISMO

   Gijón ha hablado sobre los perfiles de personas más vulnerables al consumismo o a tener problemas de compras compulsivas, que puede llegar a ser "muy variado", y que pueden sufrir más riesgos en días como el Black Friday.

   Entre las personas englobadas en el perfil se encuentran aquellas que pasan por un periodo de estrés elevado, que experimenten una disminución o exaltación del estado de ánimo, que no dispongan de estrategias de afrontamiento adecuadas o que tengan dificultad general para controlar tendencias impulsivas, aunque también puede influir la ausencia de apoyo.

   "Son muchas las variables que pueden intervenir y debemos atender a la idiosincrasia de cada persona a la hora de abordar el problema. Podemos apoyar a las personas en riesgo validando su malestar durante esta etapa y ofreciendo nuestro apoyo para custodiar el dinero, por ejemplo. Sería importante proporcionar acompañamiento en la medida de lo posible y colaborar en que se pueda llevar a cabo lo planificado previamente", ha manifestado Gijón.

   Por último, ha recordado que las compras compulsivas no están consideradas dentro de los manuales de clasificación diagnóstica como una adicción, al contrario que la dificultad o el trastorno del control de impulsos, si bien "hay características comunes a ambos tipos de conducta", especialmente en su abordaje.

   "Cuando la conducta ya se ha convertido en un problema y afecta a la funcionalidad de la persona se hace recomendable solicitar ayuda profesional para trabajar en dirección a introducir cambios en el estilo de vida. Porque no todo es mantenerse alejado del problema e intentar evitar estímulos de riesgo; un trabajo más profundo exige cambios en el estilo de funcionamiento previo e instauración de nuevas rutinas dirigidas a nuestros objetivos en consonancia con nuestro proyecto vital que puedan suponer una fuente de motivación sólida", ha finalizado.

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