MADRID 2 Dic. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Israel ha insistido este lunes en que sus ataques militares sobre territorio libanés no suponen una violación del alto el fuego alcanzado la semana pasada, sino que responden a supuestos incumplimientos por parte del grupo chií Hezbolá, al que ha instado a abandonar por completo la zona sur de Líbano.
Así se lo ha trasladado este lunes el ministro de Exteriores israelí, Gideon Saar, a su homólogo francés, Jean-Noel Barrot, cuyo país fue, junto a Estados Unidos, parte fundamental para la consecución del pacto. París denunció la semana pasada violaciones del acuerdo, sin señalar culpables.
"He recalcado que Israel no está violando el alto el fuego, sino aplicándolo como respuesta a las violaciones de Hezbolá", ha resumido Saar en sus redes sociales, desde donde ha emplazado a los milicianos de Hezbolá a "moverse al norte" y abandonar posiciones al sur del río Litani.
En este sentido, ha advertido de que Israel en ningún caso "volverá a la realidad del 6 de octubre de 2023", el día previo a que Hamás lanzase unos atentados sin precedentes que desembocaron no sólo en una ofensiva militar sobre la Franja de Gaza sino en la reactivación de la escalada de tensiones en la frontera libanesa.
HERIDO UN MILITAR LIBANÉS
Esta escalada también ha terminado afectando a la población de Líbano y a su Ejército, que este mismo lunes ha denunciado que uno de sus militares ha resultado herido leve por el ataque de un dron israelí en la zona de Al Abbara, aledaña a la frontera con Siria. El militar participaba en labores de mantenimiento.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) también han bombardeado en estos últimos meses en varias ocasiones puntos fronterizos entre Líbano y Siria, para prevenir supuestamente el contrabando de armas en beneficio de Hezbolá, si bien las organizaciones humanitarias han advertido de que estos incidentes limitan también el desplazamiento de los civiles que quieren huir de la violencia.