MADRID 21 Nov. (EUROPA PRESS) -
La Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física (SERMEF) ofrece una serie de consejos para reducir el exceso de mucosa, a través de la especialista en Rehabilitación Respiratoria, la doctora Ester Marco, quien destaca los beneficios de la respiración diafragmática para ayudar a expulsar los posibles mocos y mejorar las molestias.
Este ejercicio consiste en colocar una mano en el abdomen y otra en el pecho, mientras se inhala profundamente por la nariz y exhala por la boca. De este modo se consigue una expansión adecuada del abdomen, lo que ayuda a relajar los músculos respiratorios y a movilizar la mucosidad. "Es una técnica sencilla que cualquier persona puede realizar y que facilita una mejor ventilación de las vías respiratorias", explican desde la sociedad.
Por otro lado, la especialista recomienda inhalar profundamente y retener ligeramente el aire pues asegura que este ejercicio permite despegar la mucosidad mediante una tos controlada. "Este ejercicio es muy útil para las personas con exceso de mucosidad, pues ayuda a despejar las vías respiratorias de forma segura y controlada", señala.
Exhalar lentamente con los labios fruncidos ayuda a mantener abiertas las vías respiratorias, facilitando una respiración más profunda y reduciendo la sensación de opresión en el pecho, según asegura la experta. "Esta técnica es especialmente útil para quienes sienten dificultad para respirar debido a la obstrucción de las vías respiratorias", aclara.
Asimismo, adoptar diferentes posturas (como inclinarse hacia adelante o hacia un lado) mientras se respira profundamente favorece a que la mucosidad se desplace hacia las vías respiratorias superiores. "El drenaje postural es muy efectivo en casos de congestión bronquial, ya que permite movilizar la mucosidad", explica la portavoz de la sociedad.
La exposición al vapor, ya sea en una ducha caliente o mediante la inhalación sobre un recipiente de agua caliente, también es una técnica sencilla para aflojar la mucosidad y aliviar la congestión. "Inhalar vapor es una medida accesible y efectiva para reducir la densidad del moco y facilitar su eliminación", apunta la experta.
La SERMEF también destaca la necesidad de mantener una higiene correcta de manos, lo que ayuda a evitar infecciones; recomienda la ingesta regular de agua para mantener la mucosidad delgada y fácil de expulsar; evitar el contacto con irritantes como el humo y el polvo; los lavados nasales para favorecer la eliminación de las secreciones nasales y deshacer el moco espeso; intentar mantener la humedad en las habitaciones entre el 40 y el 60 por ciento; y realizar ejercicio físico general ya que puede mejorar la función respiratoria y la capacidad de expulsar mucosidades al estimular la actividad de los músculos respiratorios.
EXCESO DE MUCOSIDAD EN INVIERNO
Con la llegada del frío y la caída de las temperaturas, los virus respiratorios encuentran un ambiente ideal para propagarse, aumentando la incidencia de resfriados y gripes. Aunque el frío en sí no es la causa directa de estas infecciones, sí crea condiciones que favorecen la transmisión de virus.
Entre los factores que incrementan el riesgo se encuentran la baja humedad, la permanencia en ambientes cerrados y una posible disminución temporal en las defensas inmunológicas del organismo. En este contexto, es común que la congestión nasal y la acumulación de mucosidad se conviertan en síntomas molestos y persistentes para muchos adultos.
En muchos casos, el exceso de mucosidad se produce como respuesta del cuerpo ante irritantes, como el polvo, el humo, o infecciones virales. "La mucosidad es una barrera defensiva que ayuda a atrapar partículas y microorganismos, protegiendo las vías respiratorias. Sin embargo, cuando se produce en exceso, puede acumularse, dificultando la respiración y favoreciendo la congestión", señala la portavoz de la sociedad.