Afirma que Israel "replica de forma sistemática y deliberada" en Cisjordania "sus crímenes contra los palestinos en Gaza"
MADRID, 28 Ene. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno palestino ha acusado este martes al Ejército de Israel de forzar el desplazamiento de palestinos "a punta de pistola" en el marco de la operación lanzada el lunes en la ciudad cisjordana de Tulkarem y el campamento de refugiados de Nur Shams, situado en sus alrededores.
El Ministerio de Exteriores palestino ha indicado que "fuerzas militares israelíes evacuaron a la fuerza durante la pasada noche a varias familias a punta de pistola en el campamento de refugiados de Tulkarem", antes de agregar que "impusieron un cerco" en un hospital de la ciudad.
"Las fuerzas israelíes de ocupación continúan su ataque (...) por segundo día consecutivo", ha dicho en un comunicado publicado en su cuenta en la red social X, al tiempo que ha incidido en que la operación ha causado hasta ahora "la destrucción de infraestructura, incluidas redes de agua, electricidad e Internet en muchas zonas de la ciudad".
Asimismo, ha resaltado que "hay francotiradores desplegados en los tejados" y ha reseñado que "estos crímenes de guerra coinciden con los crímenes en Yenín", donde las fuerzas israelíes lanzaron la semana pasada la operación 'Muro de Hierro', que deja hasta la fecha 16 palestinos muertos y decenas de heridos, además de decenas de desplazados.
"Estos crímenes y violaciones reflejan que el Gobierno israelí replica de forma sistemática y deliberada sus crímenes contra los palestinos en Gaza, extendiendo sus brutales asaltos en Cisjordania, en una flagrante violación del Derecho Internacional", ha denunciado.
Por ello, el Ministerio de Exteriores palestinos ha hecho hincapié en que "la comunidad internacional debe actuar de forma urgente para detener los planes y la agresión de la ocupación y dar una protección inmediata en favor del pueblo palestino".
El Ejército de Israel ha incrementado sus operaciones en Cisjordania a raíz de los ataques perpetrados el 7 de octubre de 2023 contra territorio israelí, que dejaron unos 1.200 muertos y cerca de 250 secuestrados. Desde entonces, las autoridades palestinas han denunciado más de 860 muertos en Cisjordania y Jerusalén Este, a los que se suman más de 47.300 palestinos por la ofensiva israelí contra la Franja de Gaza.