MADRID 20 Abr. (EUROPA PRESS) -
El primer ministro de Japón, Shigeru Ishiba, ha pedido separar la cuestión de la seguridad bilateral de las conversaciones con EEUU para paliar los efectos de la guerra arancelara declarada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ahora mismo paralizada por el mandatario para dar una oportunidad de negociación a los países afectados.
Los gobiernos de Washington y Tokio tienen prevista una nueva ronda de conversaciones para tratar de tender puentes después de que Trump llegase a anunciar aranceles del 24 por ciento a todas las exportaciones japonesas. Este gravamen ha quedado en suspenso durante mes y medio, pero Estados Unidos aún aplica uno del 10 por ciento que se suma a los ya en vigor sobre acero, aluminio y vehículos.
Antes de declarar los gravámenes, Trump había manifestado su incomodidad con el acuerdo de seguridad en vigor con Tokio. "Yo amo Japón", declaró en marzo mandatario sobre el pacto bilateral de 1960. "Pero el acuerdo es verdad que es interesante: nosotros tenemos que protegerlos, pero ellos no tienen que protegernos a nosotros", añadió.
En una primera respuesta, Ishiba señaló que Trump realizó una interpretación parcialmente inexacta de los términos del acuerdo. "Es verdad que el acuerdo no exige que Japón salga en defensa de Estados Unidos, pero tampoco estipula en ningún momento que Estados Unidos proteja unilateralmente a Japón", explicó el mandatario japonés en una comparecencia ante el Parlamento.
Ahora, Ishiba ha reiterado de que la cuestión de seguridad quede al margen de las conversaciones en curso sobre el tema de los aranceles. "No creo que sea apropiado hablar de seguridad y comercio juntos. Deberíamos abordar los problemas de seguridad sin vincularlos a los aranceles", declaró Ishiba en comentarios recogidos por la agencia oficial de noticias Kyodo.
El primer ministro, tras las rondas de contactos de esta semana, aprovechó para desear un final fructífero de las conversaciones como uno de los primeros países que aceptó entablar negociaciones bilaterales con EEUU para aliviar las cargas arancelarias. "Tenemos que producir un resultado deseable para ambas partes y queremos tomarnos el tiempo necesario para crear un modelo para el resto del mundo", ha añadido.