MADRID 6 Dic. (EUROPA PRESS) -
Decenas de miles de argelinos han vuelto a salir a las calles del país otro viernes más, el último antes de las elecciones presidenciales del 12 de diciembre, con la exigencia de que esta votación sea cancelada hasta que se pueda garantizar que será limpia y justa.
La capital, Argel, ha vuelto a ser el epicentro de las movilizaciones, que se han sucedido en las principales ciudades del país y se han saldado sin incidentes de gravedad, según ha informado el diario argelino 'Tout sur l'Algerie'.
Mustafá Buchachi, uno de los principales líderes de las movilizaciones que provocaron la caída del expresidente Abdelaziz Buteflika, ha sido una de las figuras que han participado en la protesta en Argel.
Desde allí, ha advertido de que "las elecciones van a agravar la crisis" y ha destacado que la población "utiliza todos los medios pacíficos" para lograr que se cumplan los objetivos establecidos al inicio de las protestas.
Los participantes en la manifestación en Argel han portado pancartas en las que se podía leer 'No hace falta preparar los colegios electorales' y 'La gente está harta', al tiempo que han coreado 'No votaremos'.
"Nos mantendremos en nuestra postura. No nos importa el próximo jueves. Necesitamos un cambio", ha dicho Aisa Bahai, de 32 años y una de las participantes en la manifestación, en declaraciones concedidas a la agencia de noticias Reuters.
Por su parte, el jefe del Ejército, Gaid Salá, se ha mostrado ajeno a las manifestaciones y ha destacado que el 12 de diciembre el país vivirá "una fiesta electoral a través de la cual se cumplirá la voluntad popular".
Las protestas se han mantenido en el país a pesar de la salida del poder de Buteflika para exigir la cancelación de las elecciones y la salida del poder de los miembros del antiguo régimen.
En el centro de sus críticas están el presidente interino, Belkader Bensalá, y el primer ministro, Nurredín Bedui, ambos muy cercanos a Buteflika.
El presidente interino ascendió al puesto tras la salida del poder del exmandatario, mientras que Bedui fue nombrado primer ministro por el ahora exmandatario en medio del movimiento popular contra él.
Así, los manifestantes sostienen que no hay garantías de que las autoridades organizarán unas elecciones libres y justas mientras las figuras del régimen de Buteflika continúen en posiciones de poder y dirigiendo el proceso de transición.
El ministro del Interior argelino, Saladín Dahmune, cargó duramente este martes contra los manifestantes, a los que tildó de "pseudo argelinos", "traidores", "homosexuales" y "mercenarios" al servicio de Francia.
De esta forma, resaltó que las elecciones "serán una lección de la unidad del pueblo argelino y su posición única para conservar la independencia de Argelia", tal y como recogió el diario local 'El Watan'.
La Autoridad Nacional Independiente para las Elecciones (ANIE) ha aprobado únicamente las candidaturas de cinco personas: los ex primeros ministros Alí Benflis y Abdelmayid Tebune, el exministro de Cultura Azedín Mihubi, el exministro de Turismo Abdelkader Bengrina y el presidente del Frente al Mustaqbal, Abdelaziz Belaid.