Publicado 22/04/2025 07:01

Burkina Faso.- Burkina Faso anuncia la desarticulación de un "gran complot" destinado a "sembrar el caos total"

Archivo - El líder de la junta militar y presidente de transición de Burkina Faso, Ibrahim Traoré, durante una visita oficial a Rusia (archivo)
Archivo - El líder de la junta militar y presidente de transición de Burkina Faso, Ibrahim Traoré, durante una visita oficial a Rusia (archivo) - Europa Press/Contacto/President Of Russia

Asegura que los principales "cerebros" del plan tenían su "centro de operaciones" en Costa de Marfil

MADRID, 22 Abr. (EUROPA PRESS) -

Las autoridades de Burkina Faso han anunciado la desarticulación de un "gran complot" destinado a "sembrar el caos total" y "poner el país bajo tutela de una organización internacional", tras la detención de varios altos cargos del Ejército durante los últimos días en el marco de especulaciones sobre una posible intentona golpista.

El ministro de Seguridad burkinés, Mahamadou Sana, ha indicado en una comparecencia emitida por la cadena de televisión estatal, RTB, que este "proyecto diabólico" fue planificado por "cerebros en el exterior" que se encontrarían ubicados en Costa de Marfil, en línea con las reiteradas acusaciones de Uagadugú contra el país vecino por acoger a opositores y disidentes.

"El complot se llevó a cabo activamente desde el centro de operaciones en Abiyán con el objetivo de sembrar el caos en Burkina Faso antes del mes de junio", ha especificado, antes de agregar que los servicios de seguridad "continúan sus acciones de vigilancia e informarán a la opinión nacional sobre cualquier evaluación de la situación".

"Muchas otras personas implicadas son buscadas y asumirán las consecuencias de sus actos cuando llegue el momento", ha sostenido Sana, que ha pedido a la población "mantener la calma y la vigilancia" y "denunciar toda actividad sospechosa" a las fuerzas de seguridad, a las que ha ensalzado por su labor en la lucha contra la inseguridad y el terrorismo.

Así, ha especificado que las autoridades "interceptaron muchas comunicaciones entre una persona y altos cargos terroristas entregando detalles sobre posiciones de las fuerzas de defensa y seguridad, los 'voluntarios' y operaciones militares", antes de detallar que el sospechoso es Bari Abdrahman, un oficial del Ejército.

Sana ha recalcado que el hombre "era objeto de un procedimiento por deserción" y ha añadido que la investigación en torno a sus actividades permitió detectar "lazos suplementarios", incluido uno con un oficial del Ejército, un antiguo suboficial de las Fuerzas Armadas, un comandante burkinés y "un oficial residente en un país europeo que desertó y se trasladó a Abiyán".

"El trabajo minucioso de los servicios de Inteligencia reveló los preparativos de un gran complot contra nuestro país", ha subrayado, al tiempo que ha afirmado que "se entregaron informaciones sensibles a terroristas para que incrementaran sus ataques (...) con el objetivo de suscitar una revuelta contra las autoridades".

"También se desarrollaron otras estrategias para desorientar a los servicios de Inteligencia para que llevaran a cabo arrestos masivos en las fuerzas de seguridad y crear así frustración y un sentimiento de temor", ha explicado Sana, quien ha señalado que se enviaron "mensajes" a altos cargos militares "para decirles que iban a ser arrestados al estar integrados en una lista (de sospechosos)".

Por otra parte, ha recalcado que los sospechosos pidieron a "líderes religiosos y tradicionales" que "convencieran a ciertos oficiales para participar en esta misión funesta", mientras que los 'voluntarios' reclutados para reforzar la lucha contra el yihadismo "fueron contactados para que desmoralizaran a sus camaradas, para lo que también se les entregó dinero".

"Todas estas pérfidas estratagemas fueron desarrolladas con el objetivo de desestructurar al Ejército y sembrar el caos", ha asegurado, antes de indicar que "el plan de los responsables del complot terrorista" contemplaba la toma del poder el 16 de abril, cuando "numerosos ataques terroristas llevarían a la ocupación de bases aéreas, si bien ha dicho que "soldados y 'voluntarios' patriotas" alertaron a las autoridades del plan.

ACUSACIONES CONTRA COSTA DE MARFIL

Las autoridades de Burkina Faso han acusado en varias ocasiones a Costa de Marfil de acoger a personas que planean un golpe de Estado en el país africano y, de hecho, indicaron en junio de 2025 que el territorio marfileño se ha convertido en "la retaguardia de los que intentan desestabilizar" la situación en Burkina Faso.

La junta, liderada por Ibrahim Traoré, ha cargado concretamente contra el surgimiento del Frente para la Defensa de la República (FDR), una organización integrada por representantes de la sociedad civil que reclama la disolución de la junta y que los militares den paso a la organización de elecciones para devolver el poder a las autoridades civiles.

El organismo, creado en abril de 2024 y que tiene como portavoz a Inoussa Ouédraogo, ha denunciado que la junta militar no ha cumplido sus promesas desde su llegada al poder, especialmente en materia de seguridad, lo que derivó en acusaciones por parte de Uagadugú sobre la presunta responsabilidad del grupo en planes para desestabilizar el país.

De hecho, el propio Traoré afirmó en abril del año pasado que Costa de Marfil acoge a "elementos desestabilizadores", mientras que la junta ha asegurado haber desarticulado numerosos intentos de golpe de Estado desde su ascenso al poder tras la asonada dada en enero de 2022 contra el entonces presidente electo, Roch Marc Chistian Kaboré.

Burkina Faso está gobernado por el Movimiento Patriótico de Salvación y Restauración (MPSR) --nombre oficial de la junta-- desde el citado golpe, que derivó en el nombramiento como presidente interino de Paul-Henri Sandaogo Damiba, quien meses después fue apartado del poder en una segunda asonada que elevó al poder al propio Traoré.

La junta ha protagonizado un alejamiento progresivo de su hasta entonces principal aliado, Francia --antigua metrópoli-- y ha realizado un acercamiento a Rusia, o que ha desatado la preocupación en París --cuyas tropas se han visto forzadas a abandonar territorio burkinés-- y sus aliados.

Asimismo, ha forjado una alianza con Níger y Malí, también dirigidos por juntas militares, que ha derivado en la creación de la Alianza de Estados del Sahel (AES) después de que los tres países abandonaran las filas de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO), a la que acusan de injerencia en sus asuntos internos.

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