BOLIVIA, 21 Oct (EUROPA PRESS)
El paso devastador de la tormenta tropical 'Óscar' por el este de Cuba ha causado estragos severos en la infraestructura y el suministro eléctrico del país, dejando además daños significativos en viviendas, agricultura y provocando severas inundaciones en áreas costeras como el Malecón de Baracoa. Movilizándose lentamente a una velocidad de 4 kilómetros por hora, 'Óscar' ha dejado un rastro de destrucción que ha complicado aún más la crisis provocada por los apagones que afectan a la nación desde el viernes.
Con una reducción significativa en su potencia, la tormenta disminuyó sus vientos de 140 a 85 kilómetros por hora hasta el lunes a las 6:00 horas, ubicando su centro a solo 15 kilómetros al este-noreste de Guantánamo. A pesar de su debilitamiento, el fenómeno climático sigue afectando severamente a las provincias de Guantánamo, Holguín, Santiago de Cuba y Las Tunas con tormentas eléctricas y lluvias, las cuales han alcanzado acumulados de hasta 278 milímetros por metro cuadrado en ciertos municipios.
La situación se agrava con la continuación de los apagones, afectando a más del 50% de los puntos de suministro en La Habana y áreas cercanas, sin embargo, el servicio ha sido restablecido en la mayoría de las provincias centrales mientras el occidente y oriente del país operan bajo un esquema de "islas" para intentar reconectar el suministro desde las centrales eléctricas. El corte del viernes se originó por la paralización de la central termoeléctrica Antonio Guiteras en Matanzas, generando la suspensión de clases y actividades económicas.
Ante la difícil coyuntura, el director de la Unión Nacional Eléctrica, Lázaro Guerra, informó sobre un plan de restauración que incluye la sincronización de termoeléctricas y la generación de energía a través de microsistemas o "islas". Esta crisis ha llevado a la población a manifestar su descontento con protestas y caceroladas, ante lo cual el presidente Miguel Díaz-Canel reaccionó advirtiendo contra los actos vandálicos y reafirmando su postura de no permitir alteraciones de la tranquilidad ciudadana, argumentando su convicción y principios revolucionarios.