BOLIVIA, 8 Jan (EUROPA PRESS)
Las lluvias en Bolivia siguen dejando una estela de destrucción desde noviembre, con un saldo actual de al menos 16 muertos y aproximadamente 16.000 familias damnificadas, confirmó el viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes, este miércoles. Entre las víctimas recientes se encuentra un bebé de ocho meses, arrastrado por las aguas del río Piquendo en Alto Beni, La Paz.
Según Calvimontes, ocho de los nueve departamentos del país enfrentan los estragos de las precipitaciones, con la excepción de Oruro. La situación es particularmente crítica en La Paz, Pando y Cochabamba, donde el riesgo de deslizamientos y crecidas fluviales ha obligado a declarar el estado de emergencia en tres municipios.
La intensidad de las lluvias ha provocado la destrucción total de 200 viviendas, mientras que otras 350 han sufrido daños parciales. Calvimontes destacó los esfuerzos de respuesta ante la emergencia, señalando que se logró atender a 600 familias en grave riesgo y se distribuyeron 18,3 toneladas de ayuda humanitaria. La crisis climática subraya la vulnerabilidad de Bolivia ante fenómenos meteorológicos extremos, requiriendo respuestas ágiles y efectivas para mitigar los impactos en la población afectada.