MADRID 22 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) ha reclamado medidas "urgentes" para "salvar vidas" en las fronteras que conectan Bielorrusia con Polonia, Letonia y Lituania, donde considera que los migrantes han terminado por convertirse en "rehenes" del pulso político con el Gobierno de Alexander Lukashenko.
La cifra de fallecidos en esta región se acerca ya a la decena y ACNUR teme que la situación empeore "rápidamente" en las próximas semanas, fruto del descenso progresivo de las temperaturas. No en vano, muchos migrantes pasan semanas atrapados en un tapón del que es difícil salir.
"Cuando los derechos fundamentales no se protegen, hay vidas en juego", ha resumido el director de la agencia para Europa, Pascal Moreau, que ve "inaceptable" que hayan muerto migrantes por "un estancamiento político que hay que resolver ya".
Entre quienes están en el "limbo" fronterizo entre Bielorrusia y Polonia hay más de una treintena de afganos sin acceso a ningún tipo de ayuda, según ACNUR. Al menos 16 de estos migrantes intentaron cruzar esta semana a territorio polaco, pero las autoridades de este país les negaron la entrada y la posibilidad de pedir asilo.
Moreau ha recordado que tanto Polonia como Bielorrusia deben cumplir sus obligaciones internacionales y conceder protección a quienes lo necesitan. Según ACNUR, los afganos de este grupo han expresado su voluntad de pedir asilo en alguno de los dos países, sin que ninguno de ellos haya dado muestra alguna de ceder.
Lukashenko anunció a finales de mayo que Minsk no evitará el paso de migrantes en la frontera en su camino hacia la UE. Según datos del Gobierno polaco, más de 12.000 personas han intentado cruzar la frontera desde principios de octubre.