Publicado 21/02/2025 08:05

Alemania.- La economía alemana deposita sus expectativas de recuperación en las elecciones del domingo

16 February 2025, Berlin: (L-R) Germany's Chancellor Olaf Scholz, Robert Habeck, lead candidate of Alliance 90/The Greens, vice-chancellor, and German minister for economic affairs and climate protection, Friedrich Merz, top candidate of the Christian Dem
16 February 2025, Berlin: (L-R) Germany's Chancellor Olaf Scholz, Robert Habeck, lead candidate of Alliance 90/The Greens, vice-chancellor, and German minister for economic affairs and climate protection, Friedrich Merz, top candidate of the Christian Dem - Kay Nietfeld/dpa-Pool/dpa

La capacidad del nuevo Gobierno para reformar el freno de la deuda y financiar reformas estructurales centra la atención del mercado

MADRID, 21 Feb. (EUROPA PRESS) -

La economía de Alemania, que acumula dos años consecutivos en recesión tras la contracción del PIB del 0,2% en 2024 y del 0,3% en 2023, acumula en las últimas semanas signos de una tentativa mejoría a la expectativa de que el resultado de las elecciones federales del domingo permita formar un Gobierno con la capacidad de introducir las reformas estructurales necesarias para reactivar a la 'locomotora' europea, incluyendo una reforma del freno de la deuda.

En este sentido, los últimos datos del índice compuesto de gestores de compra (PMI), considerado uno de los indicadores adelantados más fiables sobre actividad empresarial, ha confirmado en febrero su modesta mejoría con una lectura de 51 puntos, frente a los 50,5 de enero, alcanzado así su nivel más alto en nueve meses, después de que el PMI de servicios se mantuviera prácticamente estable en 52,2 puntos y el PMI manufacturero haya registrado su mejor lectura en dos años, con 46,1 puntos, aunque todavía en contracción.

"Se puede ver que las expectativas de una situación política más estable en el futuro son mayores en Alemania, donde las elecciones federales se vislumbran en el futuro cercano", ha comentado al respecto Cyrus de la Rubia, economista jefe de Hamburg Commercial Bank, para quien "todavía es demasiado pronto para celebrar", ya que es muy probable que el sector manufacturero enfrente desafíos derivados de los aranceles estadounidenses en los próximos meses.

"De cara al futuro, gran parte del estado de ánimo dependerá de la capacidad del nuevo gobierno que sea elegido para dar señales de estabilidad y adoptar medidas audaces", afirma el experto.

La positiva última lectura del PMI alemán, publicada este viernes, se suma a la significativa mejora de la confianza de los inversores alemanes en el mes de febrero, tal como reflejaba el indicador del Centro de Investigaciones Económicas Europeas de Leibniz (ZEW, por sus siglas en alemán), publicado esta semana.

En concreto, el dato de confianza de los inversores alemanes se ha situado en febrero en 26 puntos, frente a los 10,3 de enero, lo que supone el nivel más alto de las expectativas en dos años, mientras que la evaluación de la presente coyuntura en Alemania ha mejorado también al situarse en -88,5 puntos, frente a los -90,4 puntos de enero.

"Poco antes del día de las elecciones federales, las expectativas económicas han mejorado claramente en febrero", comentaba el presidente del ZEW, Achim Wambach, para quien este creciente optimismo se debe probablemente a "las esperanzas de un nuevo Gobierno alemán capaz de actuar".

En esta línea, Felix Feather, economista de abrdn, considera "muy probable" que las elecciones del domingo se traduzcan en un cambio de Gobierno, con Friedrich Merz, líder de la CDU, como probable canciller entrante, quien se ha mostrado partidario de fomentar la inversión privada recortando los impuestos sobre la renta y de sociedades y desregulando la economía.

"Estas reformas podrían impulsar la inversión privada, mientras que los hogares podrían optar por utilizar los ingresos de la bajada de los impuestos sobre la renta para aumentar el consumo", apunta.

De su lado, Carsten Brzeski, advierte de que si se considera la larga lista de políticas necesarias para que la economía alemana "vuelva a ser grande", es imposible imaginar una reforma sustancial sin un mayor gasto público y, aunque siempre habrá margen para recortar algunos gastos, encontrar el espacio fiscal para todas las políticas necesarias exclusivamente en la austeridad parece una misión imposible, por lo que el próximo Ejecutivo tendrá que acordar políticas fiscales más flexibles, ya sea a través de cambios en el freno constitucional de la deuda o mediante fondos especiales, si quiere lograr una verdadera reforma de la economía.

'LEVANTAR EL PIE' DEL FRENO DE LA DEUDA

A este respecto, Felix Feather recuerda que, desde el lado público, el freno de la deuda, que limita la ratio déficit/PIB del Gobierno federal al 0,35% anual, dificulta la expansión de la inversión, aunque destaca que Merz se haya mostrado "abierto a una reforma", mientras que SPD y los Verdes ya apoyaron un cambio cuando estaban en el Gobierno.

En este sentido, los analistas de Nomura, si bien coinciden en destacar la voluntad de Merz para reformar el controvertido freno de la deuda, recuerdan que el líder conservador ha dejado claro que no los aboliría ni la reforma contemplada permitiría un mayor gasto público en el día a día o transferencias sociales, por lo que "no deberíamos esperar un cambio radical en primer lugar, e incluso en ese caso, podría resultar un desafío aprobarlo".

No obstante, la entidad apunta que la amenaza creciente de aranceles por parte de Estados Unidos para los fabricantes alemanes podría resultar un catalizador importante para cambiar la actitud de Alemania hacia la política fiscal y esta controvertida regla de endeudamiento, ya que EE.UU. es el principal mercado fuera de Europa los fabricantes de automóviles alemanes, que suelen estar ubicados en bastiones de la CDU/CSU y que ya advirtieron de cierres de fábricas y despidos en 2024, por lo que la perspectiva de aranceles estadounidenses sólo empeora la situación.

En cualquier caso, la reforma del freno de la deuda requiere una mayoría de dos tercios (420 votos de 630) en el Bundestag, ya que forma parte de la Constitución de Alemania, por lo que la capacidad de sacar adelante una reforma dependerá en gran medida de los resultados de los partidos más pequeños, cuando algunas proyecciones sugerían que la AfD y BSW combinados, partidos en contra de la reforma del freno de la deuda, podrían superar el 30%, por lo que una Figura minoría de bloqueo "es un riesgo real", ya que puede haber también disidentes dentro de la CDU/CSU.

De tal modo, si finalmente la aritmética parlamentaria surgida tras el domingo resulta demasiado complicada para lograr la aprobación de la reforma, el Gobierno podría crear un fondo especial fuera del presupuesto, sugieren los analistas de Nomura, recordando que la última sentencia del Tribunal Constitucional de Alemania sólo impide la reasignación de recursos de un fondo para otro fin distinto del fijado en su creación, pero no impide el establecimiento de fondos nuevos.

"Optar por un fondo especial fuera del presupuesto podría resultar mucho más fácil, ya que se necesita un umbral de apoyo mucho más bajo en el Parlamento (la mayoría simple habitual)", señalan, advirtiendo de que, aún así, no se debería esperar nada material en términos de flexibilización fiscal. "El fondo de 100.000 millones de euros propuesto por el SPD es probablemente demasiado ambicioso", apostillan.

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