Publicado 20/03/2014 12:51

Capriles responsabiliza a Maduro de lo que pueda ocurrir tras la detención de Ceballos

Henrique Capriles
STRINGER VENEZUELA / REUTERS


CARACAS, 20 Mar. (Notimérica/EP) -

El líder de la Mesa de Unidad Democrática (MUD), Henrique Capriles, ha responsabilizado al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, de lo que pueda ocurrir tras la detención del alcalde de San Cristóbal, el líder opositor Daniel Ceballos, por "rebelión civil".

"Nicolás le echó gasolina a la candela, por lo que él --y solo él-- será responsable de la situación que se desarrolle en el país. Que el mundo lo sepa", ha escrito este jueves en su cuenta oficial de la red social Twitter.

Capriles ha alertado de que "el Gobierno está promoviendo un escenario que huele muy mal", por lo que ha llamado a sus seguidores a mantener la calma. "Los civiles no damos golpes de Estado, pero cuidado con los autogolpes de Estado", ha advertido.

Además, el también gobernador del estado de Miranda ha indicado que, tal y como anunció la MUD a última hora del miércoles, "ya hay protestas pacíficas en todo el país exigiendo justicia y condenando las acciones fascistas del Gobierno".

Ceballos, jefe de Gobierno de la capital del estado de Táchira, uno de los epicentros de las protestas contra el Ejecutivo, fue detenido ayer por efectivos del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN) en un hotel de Caracas, donde asistía una reunión de alcaldes opositores.

El ministro de Interior, Justicia y Paz, Miguel Rodríguez Torres, explicó que la detención se produjo por orden del Tribunal 1° de Control de Táchira "por rebelión civil" porque Ceballos "dejó de cumplir las funciones que le impone la ley" al "facilitar y apoyar todas las violencias irracionales que se desataron en San Cristóbal".

Enzo Scarano, el alcalde de San Diego, ubicado en Carabobo, otro de los estados más beligerantes contra el Gobierno, ya fue condenado a 10 meses de cárcel por desacato a la orden judicial que le instaba destruir las barricadas.

CRISIS VENEZOLANA

La crisis política en Venezuela se desató el pasado 12 de febrero, cuando arrancaron las protestas antigubernamentales y la represión de las mismas por parte de las fuerzas de seguridad y de civiles armados, lo que ha dejado --según cifras oficiales-- 31 muertos, 461 heridos y 1.854 detenidos.

Desde entonces, detractores y seguidores del Gobierno han marchado casi a diario para repudiar las acciones del contrario y llamar a un diálogo que aún no se ha producido porque la oposición exige antes la liberación de los detenidos, el desarme de los grupos pro gubernamentales y el fin de la represión.

La inestabilidad de Venezuela ha llevado a sus vecinos regionales a reunirse para buscar una solución. La Organización de Estados Americanos (OEA) se ha limitado a hacer un llamamiento al diálogo, a pesar de que Panamá había solicitado medidas efectivas, lo que ha llevado a Venezuela a romper las relaciones bilaterales.

La Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) ha ido un paso más allá, expresando su respaldo al Gobierno de Maduro y anunciando la creación de una comisión conformada por los ministros de Exteriores del bloque regional para acompañar el diálogo en el marco de la Conferencia Nacional por la Paz.

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