LIMA, 13 Jul. (Reuters/EP) -
El Gobierno peruano pretende intensificar la lucha contra el tráfico de drogas y, para ello, planea volver a interceptar avionetas utilizadas por los narcotraficantes, una medida suspendida en el año 2001 por un acuerdo con Estados Unidos después del trágico derribo de una aeronave civil, en el que murieron una misionera y su bebé de siete meses, ambos estadounidenses.
Así lo ha anunciado el presidente Ollanta Humala, en una entrevista concedida a la agencia Reuters, en la que explica que el objetivo es "dar una señal de mayor determinación", especialmente en torno a los cargamentos de cocaína que se mueven por vía aérea hacia Bolivia y Brasil en su ruta final a Europa.
"Lo que estamos haciendo nosotros es replantear el tema, revisar esto con los Estados Unidos, ya que es un acuerdo bilateral, de tal manera de poder dar un mensaje más contundente a éstas 'narcoavionetas' que efectivamente hoy día hacen un puente aéreo entre la zona de los Andes centrales y la selva de Perú a Bolivia o Brasil", ha añadido Humala.
El tráfico con avionetas desde Perú se ha intensificado en los últimos años por la construcción de decenas de pistas clandestinas por parte de narcotraficantes, que consiguen el apoyo de muchos campesinos que cultivan hoja de coca. "Perú tiene necesidades que debe cumplir para no permitir que éste tráfico aéreo se consolide", ha advertido el presidente.
MEDIDAS PARA POTENCIAR LA ECONOMÍA
Por otra parte, el mandatario peruano ha anunciado que prepara una serie de medidas para fortalecer el mercado interno e impulsar la desacelerada economía del país. Entre ellas, destaca "alivios tributarios y una simplificación de ciertos trámites burocráticos para favorecer a las empresas".
En cualquier caso, ha explicado que planeaba anunciar a finales de julio otras iniciativas para incentivar la demanda y la oferta doméstica. "Vamos hacer otras medidas adicionales, algunas de ellas anunciaré en el mensaje a la nación el 28 de julio", ha dicho el mandatario en Palacio de Gobierno de Lima.
Humala asegura que se está trabajando en un plan para diversificar la producción del país, haciendo hincapié en políticas de educación y sociales. Hoy la producción minera es crucial para la economía peruana porque representa el 60 por ciento de las exportaciones.
Por otra parte, dentro del apartado económico, el presidente peruano ha manifestado su interés en que Bolivia conecte su red de gas a un gasoducto de 4.000 millones de dólares que se está construyendo en el sur de Perú, con el objetivo de dar una mayor dimensión al proyecto.
El gasoducto, que ha sido concedido a un consorcio integrado por la brasileña Odebrecht y la española Enagás, podría estar listo en 56 meses. "Este es un proyecto que trasciende a un gobierno", dice Humala, que reconoce que es un tema sobre el que todavía debe conversar con el gobierno boliviano de Evo Morales.
NO LE PREOCUPAN LAS ENCUESTAS
Humala se encuentra en su nivel de menor popularidad. La desaceleración económica y la mayor percepción de inseguridad ciudadana han llevado su aprobación a un 21 por ciento. Sin embargo, el presidente asegura que eso no le quita el sueño y que su Gobierno se concentra en devolver al país a la senda del crecimiento.
"No es una tema de preocupación para nosotros, mi preocupación es el país, no las encuestas", ha asegurado. Durante los últimos meses, Humala ha hecho cambios en su equipo de trabajo por distintos escándalos que envolvieron a varios ministros. Ahora asegura que no tiene pensado hacer más ajustes en su gabinete.