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CIUDAD DE PANAMÁ, 14 May. (Notimérica/EP) -
Los abogados del exprimer ministro de Italia, Silvio Berlusconi, han solicitado la comparecencia del presidente saliente de Panamá, Ricardo Martinelli, en un juicio por corrupción, al que acudiría como mero observador de los supuestos hechos delictivos "por sus vínculos con Berlusconi y con el empresario italiano Valter Lavítola".
Los fiscales Henry John Woodcock y Alessandro Milita acusan a Berlusconi y a Lavítola de haber pagado hasta 4,1 millones de dólares al hoy exsenador Sergio de Gregorio para hacer caer el gobierno de Romano Prodi en 2008.
El nombre del mandatario panameño aparece en el listado de declarantes solicitado por la defensa del exprimer ministro de Italia, de acuerdo con la información del diario 'La Prensa', que recuerda que Martinelli ya está llamado como testigo a otro proceso en Italia, en ese caso por extorsión internacional a la compañía Impregilo.
De hecho, en este último proceso que se desarrolla en Nápoles, el presidente de Panamá figura en la documentación judicial que imputa a Lavítola como "investigado por un delito relacionado" y la fiscalía no duda de que es cómplice, según añade el citado diario panameño.
EL CASO DE EXTORSIÓN A IMPREGILO
Según denuncian los fiscales de Nápoles, la compañía Impregilo habría sido presionada para concretar una promesa incumplida por el exprimer ministro italiano Silvio Berlusconi. El compromiso era construir un hospital pediátrico en la provincia panameña de Veraguas a cambio de la adjudicación de las obras del Metro de Panamá a la misma empresa.
Fuentes judiciales italianas aseguraron el pasado mes de abril que Martinelli será imputado en Nápoles por este mismo caso una vez haya cesado sus funciones. Sin embargo, el presidente panameño no se ha sentido al parecer muy preocupado por estas informaciones y ha dicho sobre su presunta imputación que se "orina de la risa".
"La promesa de Impregilo de asumir los cargos económicos relativos a la construcción del hospital pediátrico a cambio de la adjudicación de la obra del Metro de Panamá no era otra cosa que un modo enmascarado e indirecto para ofrecer al presidente Martinelli, a través de un empresario estrechamente ligado a él (Rogelio Oruña), indebidas utilidades económicas", denuncian los fiscales italianos.
Finalmente la licitación del Metro no fue adjudicada a Impregilo --que sí forma parte, por otro lado, del consorcio que trabaja en la ampliación del Canal de Panamá--, sino al consorcio español-brasileño FCC-Odebretcht, por lo que la empresa italiana se negó a construir el hospital prometido. No obstante, las presiones continuaron.