RÍO DE JANEIRO, 11 Dic. (Notimérica) -
Parte de las Fuerzas Armadas brasileñas han reaccionado mal a la presentación oficial del informe que ha elaborado la Comisión Nacional de la Verdad (CNV) referente a la violación de derechos humanos durante la dictadura militar (1964-1988), ya que algunos militares consideran que es "parcial" y "revanchista".
Así lo ha expresado por ejemplo el presidente del Club Naval y vicealmirante Paulo Frederico Soriano Dobbin, que ha dicho sentirse sorprendido por la divulgación de los 377 nombres de militares que, según la CNV, participaron en crímenes contra la humanidad: "Es un comportamiento absolutamente ilegal", ha dicho, en referencia a que nadie fue avisado de que du identidad se haría pública, según recoge BBC Brasil.
También ha criticado que el informe no aporte pruebas y que esté basado apenas en testimonios de víctimas. El malestar de los militares no se limita apenas a declaraciones públicas. Los clubes de la Marina, del Ejército y de la Aeronáutica iniciaron el pasado mes de octubre una acción en la Justicia Federal para intentar que el documento sea considerado "ilegal".
Desde el Club Militar, su vicepresidente, Sérgio Castro, aseguró este miércoles que la reivindicación de la CNV de revisar la Ley de Amnistía "no puede ser tomada en serio", que el informe es un derroche de dinero público y que los que violaron los derechos humanos fueron los "terroristas". También admitió que muchos documentos de la época fueron destruidos, aunque aseveró que "por falta de espacio".
¿LA PRESIDENTA TERRORISTA?
Muchos de los integrantes de la lista elaborada por la Comisión de la Verdad están muertos, pero entre los que siguen vivos uno de los más críticos ha sido el general Nilton Cerqueira, de 84 años: "Sólo tengo una pregunta: ¿soy yo, que cumplí la ley, quien violó los derechos humanos? ¿y los terroristas qué son? Es más, ¿y la terrorista que es presidenta del país?", dijo, en referencia a Dilma Rousseff.
Cerqueira ocupó cargos de responsabilidad en el Ejército y en la Policía Militar de Río de Janeiro durante la dictadura y está acusado de la muerte de Carlos Lamarca, del grupo Vanguarda Popular Revolucionária y de otras diez personas. Con la llegada de la democracia se convirtió en Secretario de Seguridad del estado de Río de Janeiro de la mano del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), el principal partido que ahora integra la oposición.
Las palabras del general aludiendo a Rousseff tienen que ver con la pertenencia de la ahora presidenta a dos organizaciones que defendían la lucha armada contra el régimen militar, el Comando de Libertação Nacional (Colina) y la Vanguarda Armada Revolucionária Palmares (VAR-Palmares). Rousseff fue encarcelada durante tres años y torturada en la prisión.
Ayer, al recibir el informe de la CNV se emocionó al recordar a los muertos y desaparecidos durante la dictadura, pero intentó calmar los ánimos de los militares asegurando que el informe no representa ningún intento de revanchismo.
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