Actualizado 20/01/2019 03:55

López Obrador asegura que el Ejército "no pudo contener" a los 800 civiles que fueron al oleoducto siniestrado

Mexico's President Andres Manuel Lopez Obrador gestures during a news conference
REUTERS / DANIEL BECERRIL

MADRID, 20 Ene. (EUROPA PRESS) -

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha declarado este domingo que para los militares que trataron de impedir a unos 800 civiles acercarse al oleoducto que explotó el pasado viernes "les fue imposible contenerlos" antes de que se produjera la explosión que ha dejado 73 muertos y más de 70 heridos.

"No era posible detener a las personas, eran muchas, y se actuó con prudencia, en el caso de que se hubiese pedido auxilio no se hubiese logrado mucho, porque todo se dio de repente", ha explicado el mandatario.

López Obrador ha elogiado la labor del secretario de Defensa, el general Luis Crescencio Sandoval, a los más de 25 militares que se desplegaron en la zona al detectar la fuga en el oleoducto de Tlahuelilpan, localidad del estado de Hidalgo, en el centro del país.

En efecto, el titular de Defensa ha explicado públicamente que los militares llegaron cuando el flujo de la fuga en el oleoducto era menor, antes de que lanzara combustible a siete metros de altura. No obstante, según ha apuntado los habitantes locales "hicieron caso omiso, algunos se tornaron un poco agresivos; y al verse rebasados por la cantidad de gente que llegaba con sus recipientes para llenarlos de combustible, el oficial fue obligado a retirarse a un costado, sin retirarse del área".

El presidente ha sostenido que apoya la decisión tomada por el líder del Ejército: "estoy a favor de la postura del Ejército, porque no podemos enfrentar estos actos con medidas coercitivas, porque el detenerlos significa en un momento dado desatar una represión".

El presidente mexicano ha reconocido que el robo de petróleo a través de filtraciones de oleoductos es una "práctica establecida". "Duele decir que esto se da con frecuencia, pero al menos desde hace cinco años, es así. Es por ello que tenían recipientes, pero no se puede culpar a la gente por la situación que la empuja a ello", ha añadido.

En el operativo que terminó en tragedia, "no se usó la fuerza ni los militares se enfrentaron a la gente, no se trata de confrontarse con los ciudadanos, menos en las circunstancias en que se presentaron los hechos", ha puntualizado.

Además del despliegue de 10.000 militares y policías en 1.600 kilómetros de oleoductos críticos en el centro del país, la otra parte de su estrategia consiste en poner en marcha programas sociales para atender a comunidades empobrecidas como la de Tlahuelilpan.

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