Actualizado 04/11/2014 11:46

El gobernador de Guerrero confía en que el arresto del exalcalde de Iguala dé "pistas" sobre los 'normalistas'

MÉXICO DF, 4 Nov. (EUROPA PRESS) -

   El gobernador de Guerrero, Rogelio Ortega, ha celebrado este martes el arresto del exalcalde de Iguala José Luis Abarca y su esposa, María de los Ángeles, y ha confiado en que con ello se logren "pistas" que permitan averiguar lo ocurrido a los 43 'normalistas' desaparecidos desde el pasado 26 de septiembre.

   En su opinión, el arresto, ocurrido esta madrugada en México DF, "representa la posibilidad de encontrar pistas sustantivas sobre cómo sucedieron realmente los acontecimientos" y las personas que están involucradas en ellos.

   Asimismo, ha confiado en que ayude a "la búsqueda más precisa de las pistas que nos conduzcan a lo que es nuestra primera y fundamental prioridad: encontrar con vida a los 43 muchachos normalistas".

   En declaraciones a Primero Noticias recogidas por el diario 'Milenio', Ortega ha considerado que la declaración de Abarca y su mujer seguramente abrirá "otras líneas de investigación además de que las ya diseminadas".

   Para Ortega, la búsqueda de los 43 estudiantes "la más intensa" llevada a cabo "en la historia de México" y la detención del exalcalde debe dar "confianza a los familiares de los muchachos desaparecidos de que se ha puesto todo el interés del Estado y sus instituciones para encontrar con vida a los 43 normalistas".

   El gobernador ha incidido en que Abarca y su mujer, aunque no sepan dónde están los desaparecidos, sí "conocen quiénes son los principales dirigentes y dónde se esconden" los miembros del grupo que los hizo desaparecer.

   Ortega, que no ha dudado en calificar de "triunfo indiscutible" para el Gobierno el arresto, ha defendido que "el señor Abarca y su esposa son la pieza fundamental del rompecabezas de la tragedia de los terribles hechos sucedios en Iguala el 26 y 27 de septiembre".

ARRESTO

   Abarca y su mujer han sido detenidos en una vivienda en la capital mexicana en una operación llevada a cabo por la Policía Federal y actualmente están prestando declaración en la sede de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SIEDO).

   Ambos son considerados autores intelectuales de la desaparición de los 43 estudiantes. Según ha determinado la investigación realizada por el Gobierno federal, los 'normalistas' llegaron a Iguala el 26 de septiembre para recaudar fondos para viajar a la capital el 2 de octubre con el fin de participar en la conmemoración de la matanza de Tlatelolco.

   Ese mismo día, la esposa del alcalde tenía que presentar un informe de su labor al frente del Sistema de Desarrollo Integral para la Familia muncipal e iba a dar una fiesta. Ante el temor de que los estudiantes pudieran alterar la celebración, como ya había ocurrido en el pasado, el alcalde ordenó a la Policía actuar contra los normalistas.

   Con apoyo de agentes del municipio de Cocula, los policías abrieron fuego contra los normalistas, matando a seis de ellos y dejando decenas de heridos. Durante los enfrentamientos, procedieron a la detención ilegal de numerosos estudiantes, a los que trasladaron a los límites de Cocula e Iguala, donde los entregaron al grupo criminal 'Guerreros Unidos.

   A partir de ahí nada se sabe del paradero de los 43 'normalistas' desaparecidos. Desde entonces, en la zona han aparecido varias fosas comunes, si bien por el momento no se ha confirmado que los restos hallados en ellas correspondan con los de los jóvenes desaparecidos.

   Según reveló el procurador general de la República, Jesús Murillo Karam, José Luis Abarca pagaba entre dos y tres millones de pesos a 'Guerreros Unidos' para tener bajo control Iguala, de los que al menos 600.000 pesos eran usados para control de la policía local.

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