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WASHINGTON, 27 Mar. (Notimérica/EP) -
Los mexicanos indocumentados que viven en territorio estadounidense son deportados uno a uno a través de siete puertas que están a lo largo del muro fronterizo de 3.100 kilómetros entre San Diego y Tijuana, conocido como El Chaparral.
La puerta de deportación está ubicada en la esquina oeste de la frontera y se abre todos los días tantas veces sea necesario. Los inmigrantes llegan en autobuses procedentes de los centros de detención, bajan con las manos esposadas y atados a un compañero con una cuerda y se dirigen a pie hasta la frontera, de acuerdo con BBC.
Muchos de los inmigrantes deportados fueron detenidos por las autoridades de Migración cuando saltaron el muro hacia Estados Unidos, mientras que otros fueron arrestados después de llevar años, o décadas en algunos casos, viviendo sin papeles en el país norteamericano.
Se van solo con una bolsa que contiene sus pocas pertenencias, tales como medicinas, un teléfono móvil, un muñeco de peluche o una Biblia. Al otro lado, les espera un oficial mexicano para levantar un registro de todos los expulsados.
Una vez que pisan suelo mexicano, muchos comienzan a idear la forma de volver a Estados Unidos. "Ha aumentado el número de reincidentes que deportamos, arrestados sobre todo en la zona de la frontera. Y luego están los que son detenidos en el resto del territorio", ha explicado la directora asistente de la Patrulla Fronteriza en San Diego, Rosario Vázquez.
Daniel Ledesma tiene 32 años y es uno de los muchos inmigrantes que han cruzado la temida puerta, dejando a su familia en Los Ángeles. "Cuando uno llega a esa puerta sabe que ya no hay nada que hacer, que toca irse", ha relatado.
No obstante, ha expresado "un poco de alivio" por volver a su país. "Allá se puede hacer dinero pero acá voy a ser más libre, sin rejas ni miedo de andar sin papeles", ha explicado.