El comisionado de la ONU contra la impunidad en Guatemala asegura que la corrupción está "infiltrada" en las instituciones
CIUDAD DE GUATEMALA, 15 Jun. (EUROPA PRESS) -
El director en funciones de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (Cicig), el jurista español Carlos Castresana, reveló este lunes el contenido de una serie de documentos y escuchas telefónicas que demuestran la vinculación del ex fiscal general Conrado Reyes con los supuestos autores intelectuales de la muerte del abogado Rodrigo Rosenberg, los hermanos José Estuardo y Francisco José Valdés.
Los documentos, que forman parte de una investigación en marcha, demuestran que los hermanos Valdés urdieron una trama corrupta para favorecer la elección de Reyes como jefe del Ministerio Público, con la intención de que el nuevo fiscal favoreciera la exculpación de ambos en el asesinato de Rosenberg y contribuyera al desprestigio de la Cicig.
El plan de los hermanos Valdés contó con el apoyo de un experto en comunicación, un abogado e incluso un magistrado suplente de la Corte de Constitucionalidad, señaló Castresana en rueda de prensa. Todos ellos habrían influido para que el poder legislativo se decantara por el nombramiento de Reyes en el cargo, para el que se postulaban otros cinco candidatos.
La trama tenía como objetivos "destruir la imagen de la Cicig", desvirtuar la investigación criminal en contra de los Valdés, y lanzar una "campaña mediática" que permitiese abrir un "proceso paralelo" para exculparles de la muerte de Rosenberg, añadió Castresana en declaraciones recogidas por los medios locales.
Como pruebas del complot orquestado por las redes criminales dirigidas por los Valdés, el jurista español presentó la transcripción de decenas de llamadas telefónicas que fueron interceptadas por orden judicial en la que los autores de la trama celebraban con vehemencia la designación de Reyes.
Castresana enfazitó además que, en sus dos primeros días al frente de la Fiscalía, Reyes designó a varios personajes vinculados a grupos criminales para que fuesen los encargados de los departamentos de escuchas telefónicas e investigaciones de alto rango, centralizando todas las órdenes de captura y allanamiento que la Justicia autorizase. Asimismo, reemplazó a numerosos puestos intermedios del Ministerio Público que estaban realizando un estrecho trabajo con la Cicig para reducir la impunidad en el país centroamericano.
La semana pasada, Castresana anunció su renuncia al cargo por los ataques sistemáticos a los que se enfrenta la Cicig, especialmente desde que a mediados de mayo Reyes comenzara a actuar como fiscal general del país. En respuesta al revuelo y a la crisis institucional causadas por la dimisión del comisionado de la ONU, la Corte Constitucional revocó el pasado jueves el nombramiento de Reyes, que ya ha sido sustituido por una fiscal interina.
Los hermanos Valdés, que se hallan prófugos de la Justicia guatemalteca, fueron hallados culpables por la Cicig de haber ordenado a su guardaespaldas Nelson Santos, también huido, la contratación de sicarios que asesinaran al abogado Rodrigo Rosenberg, con lo cual se convirtieron en los autores intelectuales del crimen.
EL CASO DE REYES, LA PUNTA DEL ICEBERG
El jurista español destacó durante la rueda de prensa que los vínculos entre los Valdés y Reyes sólo son una muestra de lo "infiltradas" que están las organizaciones criminales en las instituciones del Estado.
"En la batalla de Guatemala por el Estado de Derecho, las instituciones siguen estando infiltradas y tenemos que sacar a los malos servidores", denunció Castresana, antes de recordar que en sus dos años de vida la Cicig ha conseguido destituir por corrupción a más de 2.000 funcionarios de la Policía Nacional Civil, del Ministerio Publico y del Organismo Judicial. "Hay que sacar a los malos de las instituciones, de uno en uno", agregó.