Publicado 22/08/2023 14:00

Feijóo también se postula ante el Rey para la investidura y agradece "el apoyo sin exigencias" de Vox

El Rey Felipe VI recibe al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, en el Palacio de la Zarzuela
El Rey Felipe VI recibe al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, en el Palacio de la Zarzuela - CASA S. M. EL REY

Ve difícil un debate la próxima semana porque primero deben constituirse los grupos el lunes y celebrar reuniones

MADRID, 22 Ago. (EUROPA PRESS) -

El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha mostrado al Rey su disposición a ser candidato a la investidura subrayando que es el partido ganador de las elecciones del 23 de julio y que cuenta con el respaldo de otras tres formaciones que suman 172 votos, a cuatro de la mayoría absoluta.

En su comparecencia ante los medios en el Congreso tras ser recibido por el Rey en Zarzuela, Núñez Feijóo ha dicho que si Felipe VI le hace el encargo lo aceptaría "con honor, con lealtad a la nación y con lealtad a la monarquía constitucional y consciente de la responsabilidad que vivimos en este momento".

GANAR, CONDICIÓN INEXCUSABLE PARA OPTAR

El líder del PP ha esgrimido que tiene "varios avales" para aceptar el encargo, empezando por que su partido fue el más votado el 23J y esta es una "condición que a lo largo de nuestra democracia ha sido inexcusable para optar a la Presidencia del Gobierno" y que, en su opinión, "debería de mantenerse en cualquier circunstancia".

En segundo lugar, ha resaltado que cuenta con el aval de cuatro partidos --el suyo, Vox, UPN y CC-- que suman un total de 172 diputados, "a cuatro de la mayoría absoluta". Feijóo ha agradecido a estas tres formaciones su respaldo y que hayan entendido que en las circunstancias actuales "un gobierno en solitario del PP podría ser la mejor garantía para preservar la estabilidad política de nuestro país".

El dirigente 'popular' ha querido agradecer en particular el apoyo "sin exigencias" de Vox, después de que los de Santiago Abascal hayan aceptado no formar parte del eventual Gobierno, y ha asegurado que entre los dos partidos existe una "relación de normalidad democrática en el objetivo compartido de proteger nuestra nación y defender la Constitución", como lo demuestra el hecho de los gobiernos municipales y autonómicos que comparten.

"Quiero reconocer su apoyo sin exigencias, únicamente condicionado a que España recobre la independencia de sus instituciones, la igualdad de todos sus ciudadanos y la censura de las imposiciones de las minorías", ha sostenido, al tiempo que ha confirmado que ha hablado con Abascal para "aclarar los malentendidos y valorar las diferencias".

Vox se había quejado por no contar con apoyo del PP para entrar en la Mesa del Congreso y, cuando fue a Zarzuela, Abascal dio un apoyo a Feijóo "condicionado" a que el PP no participara en cordones sanitarios ni ataques contra los suyos.

Así las cosas, Feijóo ha prometido que si finalmente es él el elegido y consigue ser investido presidente, se esforzará "en servir de portavoz a quienes desean un gobierno estable, preocupado por gobernar más que por sobrevivir y que no esté supeditado a ninguna ambición personal".

CRÍTICAS AL PSOE Y SUS ALIADOS

Frente a ello, ha destacado su distancia respecto del PSOE, cuyos potenciales aliados independentistas mantienen sus exigencias sobre la mesa y ni siquiera han ido al Palacio de la Zarzuela a informar de sus planes. "El Partido Socialista está a distancia de una amnistía, de un referéndum de independencia y de oficializar la desigualdad entre los españoles", ha criticado.

En este sentido, ha lamentado que "haya partidos que no hayan acudido a las consultas ante el jefe del Estado", en referencia a ERC, Junts, EH Bildu y BNG. A su juicio, con ello queda claro "que lo que les interesa a España y su gobernabilidad es más bien poco y que no respetan nuestras instituciones democráticas". "Mal nos irá si tenemos un gobierno que se sustenta en ellos", ha augurado.

Quienes "desean socavar nuestra unidad y fragmentar la España de las autonomías seguro preferirán", ha dicho Feijóo, que no sea él el elegido por el Rey puesto que "su candidato es otro, mucho más manejable".

Así las cosas, ha adelantado que si finalmente el PP gobierna lo hará sustentado en cuatro pilares básicos: "la defensa de la Constitución, el impulso del Estado autonómico, la preservación de poderes y el respeto escrupuloso a las sentencias judiciales y a los procedimientos judiciales". Esto es, según él, lo que quiere "la mayoría de los españoles" con independencia de a quién votó el 23J.

VOLUNTAD DE HABLAR CON TODOS

En cuanto a las posibles fechas del debate de investidura, Feijóo ha subrayado que primero es el Rey el que tiene que tomar una decisión y notificarla a la presidenta del Congreso, Francina Armengol, y luego el candidato designado tiene que poder hablar con los grupos parlamentarios.

Dado que Armengol ha ampliado el plazo para la constitución de los grupos hasta el viernes, "antes de lunes no se puede hablar con nadie", ha subrayado, manifestando su voluntad de que si finalmente es él el elegido hablará con todos los grupos para poder ofrecer "una propuesta que sea lo más representativa posible de la voluntad mayoritaria de la Cámara".

"Hacer una investidura sin hablar con los grupos supondría un formato no parlamentario y obligar a un candidato a hablar con los grupos en horas o en días supondría sin ninguna duda que ese candidato parte con una posición de desigualdad con respecto a otros candidatos que pueden tener mucho más tiempo", ha sostenido, dando a entender su desventaja frente a Sánchez en caso de que este intentara tras él lograr su investidura.

RESPETO A LO QUE DECIDA EL REY

Por otra parte, Feijóo ha dejado claro que si finalmente el Rey no le encarga a él la investidura sino al líder del PSOE acatará lo que este decida "sin ninguna duda, sin ningún ápice y sin ninguna consideración ni enmienda ni tachadura".

El líder del PP ha explicado que se ha ofrecido como candidato porque considera que con ello cumple con su "deber" dado que hubo más de once millones de españoles --los que votaron a su partido y a las fuerzas que le apoyan-- que mostraron "su deseo de superar una etapa de desgobierno e inestabilidad".

"Los más de 11 millones de españoles que quieren cambio y que quieren un gobierno que defienda la igualdad de todos los españoles y su dignidad ante chantajes merecen tener voz", ha sostenido, comprometiéndose a dársela tanto en la investidura como si es presidente porque "dejar huérfano este deseo de pasar página sería una irresponsabilidad".

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