BOLIVIA, 25 Sep (EUROPA PRESS)
El jefe de la Policía Nacional Civil de El Salvador, Mauricio Arriaza Chicas, perdió la vida tras un accidente de un helicóptero perteneciente a la Fuerza Aérea Salvadoreña, el cual se precipitó en el municipio de Pasaquina, al este del país. El siniestro, confirmado por las Fuerzas Armadas, también cobró la vida de todas las personas a bordo, incluyendo a Manuel Coto, exgerente del banco Cosavi, quien estaba bajo investigación por supuestas irregularidades financieras.
El desplome del helicóptero UH-1H en la localidad de Pasaquina, en La Unión, fue objeto de un anuncio formal a través de la plataforma social X por parte de las autoridades militares, aunque las razones detrás del fatal incidente aún no se han esclarecido. Previo a este comunicado, se había reportado la caída de la aeronave en el sector de San Eduardo sin más detalles.
El presidente salvadoreño, Nayib Bukele, no ha tardado en exigir una investigación exhaustiva del evento, rechazando que se catalogue meramente como un "accidente". En declaraciones a través de X, Bukele anunció la solicitud de apoyo internacional para esclarecer el suceso, al mismo tiempo que elogió a Arriaza Chicas como un pilar de la paz y seguridad nacional, remarcando su lealtad e integridad inquebrantables en la lucha contra la delincuencia y las pandillas, especialmente bajo su dirección en iniciativas clave como el Plan Control Territorial y el Régimen de Excepción.
En memoria de Arriaza Chicas, Bukele decretó que las banderas se izarán a media asta durante tres días en todo el territorio nacional, así como en embajadas y consulados, en señal de duelo nacional. La partida de Arriaza no solo conmueve al presidente; el ministro de Defensa, René Francis Merino, lo recordó como un "hermano de todas las batallas" y un visionario que transformó la PNC, mientras que el ministro de Justicia, Gustavo Villatoro, destacó su legado eterno en la transformación del país. Estas voces se unen en el pesar por una pérdida considerada irreparable, comprometiéndose a continuar con la misión de alcanzar el Salvador que Arriaza soñó.