BOLIVIA, 2 Sep (EUROPA PRESS)
Este lunes, en una sesión crucial, el magistrado Alexandre de Moraes, del Tribunal Supremo de Brasil, reafirmó su anterior decisión de mantener el bloqueo de la red social X en el país, medida que también contó con el respaldo del juez Flávio Dino. Se prevé que el resto del pleno del Tribunal Supremo comparta esta posición.
Durante su intervención, De Moraes criticó duramente a la empresa por su "reiterada, consciente y voluntaria" omisión de las órdenes judiciales y las multas impuestas, creando un "ambiente total de impunidad" en las redes sociales brasileñas, convirtiéndolas en una especie de "ciudad sin ley". Señaló a la red social, propiedad de Elon Musk, como plataforma para la difusión de discursos extremistas, racistas, fascistas y antidemocráticos por parte de "grupos extremistas y milicias digitales".
El magistrado lamentó la imposibilidad de comunicarse con los responsables de la red social, a pesar de haberles ofrecido múltiples oportunidades para acatar las órdenes judiciales y pagar las multas, lo cual atribuyó a la falta de interés de la empresa. De Moraes denunció que "la conducta ilícita de Twitter International Unlimited Company y de X en Brasil por medio de declaraciones de su principal accionista extranjero, Elon Musk pretende continuar incentivando las publicaciones con discursos extremistas, de odio y antidemocrático, e intentar separarlos del control judicial".
El voto de De Moraes fue seguido por el de Dino, quien también se manifestó a favor de continuar con el bloqueo de la red social. Se espera que jueces como Cármen Lúcia Antunes, Cristiano Zanin y Luiz Fux emitan su voto durante la jornada.
En su argumentación, Dino enfatizó que "la libertad de expresión es un derecho fundamental que está ligado de manera umbilical al deber de responsabilidad", criticando a la empresa por querer situarse "por encima de la ley" tras haber ignorado decisiones judiciales previas.
La medida de bloqueo, ordenada por De Moraes el pasado viernes, incluye una notificación a la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel) para que informara a más de 20.000 compañías del sector que deberían impedir el acceso a X. Empresas como Starlink, dirigida por el propio Musk, ya han anunciado que no acatarán la medida.