BOLIVIA, 6 Nov (EUROPA PRESS)
Este miércoles, seguidores del expresidente Evo Morales en Bolivia declararon una suspensión temporal de 72 horas en los bloqueos de carreteras que durante 24 días complicaron el acceso, especialmente entre Cochabamba y las regiones este y sur del país. Esta medida se tomó a pesar de la resistencia inicial, según indicaron los líderes del Estado Mayor del Pueblo, tras ceder a las propuestas de Morales para iniciar negociaciones con el gobierno, mientras las fuerzas de seguridad trabajaban en desmantelar dichos bloqueos.
Humberto Claros, líder sindical, anunció esta pausa en las manifestaciones que han causado severas pérdidas económicas estimadas en más de 11.700 millones de bolivianos (alrededor de 1.500 millones de euros). "Por humanidad vamos a lanzar esta pausa en el bloqueo nacional de caminos", expresó Claros, refiriéndose a la decisión como una acción de vigilancia y momentánea.
El exmandatario, quien se encuentra en el quinto día de una huelga de hambre, había pedido previamente a sus seguidores conceder un alto momentáneo a los bloqueos para facilitar el diálogo con el gobierno de Luis Arce, al que han vuelto a describir como "fascista y dictatorial".
A pesar de los esfuerzos del gobierno por despejar los bloqueos que limitaban el acceso a combustible y alimentos frescos en varias áreas, Claros denunció que el origen de estas protestas es la "hambre" y las necesidades básicas insatisfechas, acusando al gobierno de engañar a la población. Negó que Evo Morales fuera el motivo detrás de las movilizaciones, a pesar de ser parte de las exigencias debido a las múltiples causas judiciales en su contra.
Claros también instó al gobierno a aprovechar este intervalo para solucionar la falta de divisas y combustible, además de liberar a más de 70 manifestantes detenidos. Aclaró que este cese es solo una "pausa humanitaria", anticipando más acciones sociales en el futuro.
Entre los detenidos recientes se encuentran personas que habían retenido a dos policías en el municipio de Capinota, Cochabamba, foco de los bloqueos y bastión de Morales, con cerca de una quincena de bloqueos aún activos.
La tensión actual refleja las profundas divisiones dentro del Movimiento al Socialismo (MAS), exacerbadas por las críticas de Morales hacia Arce desde el comienzo de su administración, lo que ha generado un cisma y debates sobre la posible candidatura del expresidente en futuras elecciones, a pesar de las restricciones constitucionales en su contra.