BOLIVIA, 4 Nov (EUROPA PRESS)
El Ministerio de Defensa de Bolivia expresó su rechazo contundente ante las recientes acciones de violencia perpetradas por unidades del Ejército en el Trópico de Cochabamba, calificando estos actos como un asalto "armado y violento". El epicentro de estas tensiones es conocido por ser una zona de lealtad hacia Evo Morales, quien continua influyendo políticamente a pesar de su inhabilitación para competir en las elecciones.
A través de una publicación en la red social X, la cartera dirigida por Edmundo Novillo reveló estos hechos violentos, catalogándolos de "graves delitos contra la democracia, la seguridad y estabilidad del Estado, además de poner en riesgo la vida e integridad del personal militar, civil y de sus familias". El Ministerio anunció que emprenderá acciones legales contra los responsables, tanto intelectuales como materiales, ante organismos internacionales y autoridades judiciales para asegurar una investigación y posterior sanción conforme a la ley.
Dichas manifestaciones se produjeron después de que, este viernes, "grupos armados irregulares" tomaron varias unidades militares en la misma región, y alrededor de 2.000 personas irrumpieron violentamente en el cuartel Cacique Juan Maraza, en Villa Tunari, tomando rehenes a una veintena de individuos, incluidos militares y civiles. Sumado a esto, el sábado se registraron asaltos a otras tres unidades en Chapare, con más de 200 efectivos militares tomados como rehenes, confirmó el Ministerio de Exteriores.
Desde hace más de veinte días, seguidores de Morales han establecido bloqueos en diversos puntos clave de Bolivia, concentrándose en áreas como Cochabamba, Potosí, Oruro o Santa Cruz. Estas protestas, aunque inicialmente motivadas por la crisis económica, han tomado un matiz político con el reclamo de las aspiraciones de Morales, quien, a pesar de las prohibiciones, busca retornar al panorama electoral. El aumento de las tensiones se acentuó esta semana tras denuncias de Morales sobre un supuesto plan en su contra.
Además, Morales se enfrenta a diversas causas judiciales, incluidas acusaciones que van desde la instigación a la violencia durante movilizaciones en septiembre, ataques a las fuerzas del orden y, más complejo aún, acusaciones de abuso de menores y trata de personas, relacionadas con una joven de 16 años durante su presidencia, con quien tuvo una hija.