Publicado 22/04/2025 13:08

México reconoce "años de impunidad" en el caso de Teuchitlán y adelanta nuevos avances para la próxima semana

Alejandro Gertz Manero, fiscal general de México.
Alejandro Gertz Manero, fiscal general de México. - Europa Press/Contacto/Luis Barron

MADRID 22 Abr. (EUROPA PRESS) -

El fiscal general de México, Alejandro Gertz Manero, ha reconocido la existencia de "años de impunidad" en el caso del Rancho Izaguirre de Teuchitlán, en Jalisco, donde recientemente se han descubierto numerosos restos humanos, y ha adelantado que la semana próxima se darán más detalles sobre la investigación gracias al arresto hace un mes de un integrante del Cartel Jalisco Nueva Generación.

"No podemos aceptar que haya habido un nivel de impunidad por tantos años en esa zona sin que haya una respuesta de justicia muy clara y muy precisa", ha dicho este martes en rueda de prensa, junto a la presidenta Claudia Sheinbaum.

Gertz Manero ha adelantado que el próximo martes se ofrecerán más detalles de una investigación que ha dejado ya la detención de catorce sospechosos, entre ellos José Lastra Hermida, quien supuestamente era el encargado del adiestramiento de posibles nuevos miembros, a los que se seducía con falsas ofertas de empleo.

Aquella detención ha permitido tener "una buena cantidad de información" para las investigaciones, ha asegurado el fiscal, insistiendo en que el próximo martes se entregará por escrito los nuevos avances, entre ellos las pruebas de laboratorio.

"Ha sido un tema muy controvertido. Quisiera entregarles la documentación para que no hubiera duda", ha afirmado, al tiempo que ha subrayado que habrá "absoluta transparencia".

Gertz Manero ha explicado que los restos de las prendas que se encontraron en las instalaciones del rancho ya han sido clasificadas y se encuentran en un inventario que será facilitado a quienes busquen identificar a estas personas, si bien no se entregarán "de manera irregular".

El Gobierno ya explicó que el Cartel Jalisco Nueva Generación reclutaba a jóvenes con falsas ofertas de empleo como guardias de seguridad con sueldos de hasta 12.000 pesos semanales, unos 550 euros.

Una vez trasladados al rancho, permanecían incomunicados mientras recibían formación física y de manejo de armas. Dependiendo de sus aptitudes se les otorgaba un rango dentro de la organización o eran asignados a distintos puestos.

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