Por Esteban Israel
LA HABANA (Reuters/EP) - Cuba rechazó el lunes volver a la OEA, que sin embargo dejó claro que mantendrá sus "puertas y ventanas" abiertas por si la isla de Gobierno comunista a la que suspendió hace medio siglo cambia de opinión.
La Organización de Estados Americanos (OEA) revocó la semana pasada una resolución que, por presión de Estados Unidos, apartó a Cuba del grupo hemisférico en 1962.
"Cuba, sin embargo, ratifica una vez más que no regresará a la OEA", dijo el Gobierno cubano en una nota oficial publicada el lunes por el diario estatal Granma.
La derogación de la suspensión de Cuba, acordada la semana pasada durante una reunión en la ciudad hondureña de San Pedro Sula, repara una "injusticia histórica" y representa un "desacato" de América Latina a Estados Unidos, añadió.
Pero Cuba "se siente con el derecho y la autoridad para decir no a la idea de incorporarse a un organismo en el que todavía los Estados Unidos ejercen un control opresivo", añadió.
El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, no pareció sin embargo tirar la toalla. "Espero que las cosas cambien", dijo el funcionario chileno en el marco de una conferencia económica en Montreal.
"Antes decían cosas muy malas sobre la OEA. Ahora ya no están diciendo esas cosas malas. La gente cambia y yo creo que siempre tenemos que promocionar el diálogo", añadió.
El ex presidente cubano Fidel Castro dijo la semana pasada que el grupo hemisférico era "cómplice de todos los crímenes cometidos contra Cuba".
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, un aliado de Cuba, insistió el lunes en que la oferta seguirá sobre la mesa.
"Ahora, si los cubanos van a entrar o no (a la OEA) es otra historia (...) Pero, de cualquier modo, la puerta y las ventanas están abiertas para nuestros amigos cubanos", dijo en el programa semanal de radio "Desayuno con el Presidente".
La OEA ha dicho que la eventual reincorporación de Cuba debe ser el resultado de un diálogo a solicitud de la isla.
DERROTA AL IMPERIALISMO
Estados Unidos propuso condicionar la reincorporación de Cuba a avances en derechos humanos, pero cedió a último minuto ante la resistencia de los demás miembros de la OEA.
"Se propina así al imperialismo una derrota utilizando su propio instrumento", dijo la declaración del Gobierno cubano.
Pero analistas creen que la resolución no tiene en realidad vencedores ni vencidos.
"Es un compromiso, aunque simbólico, entre las naciones que presionaron por el reingreso incondicional de Cuba a la organización y la posición de Estados Unidos", escribió Sarah Stephens, directora ejecutiva del Center for Democracy in the Americas en Washington.
"Ese compromiso realmente tiene algo para todo el mundo", añadió.
Cuba agradeció a los gobiernos latinoamericanos que apoyaron su retorno a la OEA.
En palabras de Lula da Silva, "en el fondo, una vez más, prevaleció el consenso y conseguimos construir una propuesta que atendió los intereses de todos".
El secretario general de la OEA, Insulza, dijo que espera entablar conversaciones con el Gobierno cubano en los próximos meses, pero aclaró que el grupo no tiene una agenda ni cronograma para avanzar en el asunto.