BOLIVIA, 8 Oct (EUROPA PRESS)
Los sindicatos policiales, incluidos JUPOL, SUP, UFP y SPP, emitieron una declaración fuerte criticando el dispositivo de seguridad planificado para el enfrentamiento entre Real Club Deportivo y Málaga CF en A Coruña, tildándolo de "nefasto". Este encuentro, calificado de alto riesgo, estuvo marcado por incidentes violentos antes del partido, incluyendo daños a un local atribuidos a seguidores radicales del Málaga y la detención de dos aficionados del equipo local después de un altercado con la policía.
Las organizaciones argumentan fallas significativas en la preparación para el evento, dada la información previa que disponía la Jefatura Superior de Policía de Galicia sobre la llegada de ultras del Málaga. "Con la información que se manejaba, quedó claro que había constancia en la Jefatura Superior de Policía de Galicia que, al menos, un grupo numeroso de ultras procedentes de Málaga iba a llegar el sábado, teniendo su alojamiento previsto en la localidad de Ordes".
Resaltan la falta de medidas adecuadas, especialmente la noche previa al partido, enfatizando que la seguridad no se reforzó adecuadamente con unidades especializadas en mantenimiento del orden público. Esta omisión presuntamente expuso a riesgos a los agentes que tuvieron que enfrentarse a disturbios sin el equipo de protección antidisturbios necesario.
El incidente escaló cuando los seguidores del Málaga, identificados como parte del frente 'Boquerón', fueron confrontados por los 'Riazor Blues', resultando en enfrentamientos violentos que los agentes tuvieron que contener destacando su profesionalidad ante la falta de preparación adecuada.
El Partido Popular (PP) ha decidido llevar este asunto al Congreso, cuestionando la actuación considerada negligente de la Subdelegación del Gobierno por no haber organizado un operativo efectivo el sábado antes del incidente. Miguel Lorenzo, portavoz del PP en el consistorio coruñés, insistió en que la subdelegada, María Rivas, debe justificar esta falta de acción preventiva, a pesar de que estaban avisados de la llegada de los ultras.
Este incidente ha levantado cuestionamientos serios sobre la preparación y manejo de eventos de alto riesgo, con un claro llamado a revisar y mejorar los protocolos de seguridad para prevenir futuras confrontaciones.