BOLIVIA, 18 Sep (EUROPA PRESS)
En una vibrante segunda fecha del Campeonato Mundial de Fútbol Sala celebrado en Uzbekistán, la selección española logró un convincente triunfo por 7-1 contra Nueva Zelanda, situándose así como líder provisorio del Grupo D. Este resultado fue crucial para los dirigidos por Fede Vidal, quienes ya tenían asegurado su paso a los octavos de final, pero necesitaban resarcirse del empate en su primer partido frente a Kazajistán.
El choque comenzó de manera adversa para España, que se vio superada en el marcador cuando Twigg marcó para Nueva Zelanda a los seis minutos de juego. Sin embargo, Mellado rápidamente igualó el marcador, aunque España tuvo dificultades para adelantarse, chocando una y otra vez contra un formidable Antamanov bajo los tres palos. Al final del primer tiempo, la intensa ofensiva española no se tradujo en más goles.
Con el reinicio del partido, la suerte de España cambió radicalmente, iniciando con un gol en propia puerta de Manickum que adelantó a los españoles. Este tanto fue el preludio de una avalancha de goles, catapultando a España al frente, no solo en el marcador pero también en la lucha por el liderato del grupo, empatados con Kazajistán. A pesar de un penalti fallado por Mellado, el equipo no perdió ritmo y, aprovechando la ventaja de tener una rotación más fresca y un ritmo superior, consolidó su victoria con goles de Catela, Gordillo y Lizoain, sumando Catela dos más a su cuenta personal.
Con este triunfo, España mira con optimismo el resto del torneo, buscando asegurar la primera posición del grupo en su próximo encuentro contra Libia. Mientras tanto, Kazajistán hará lo propio frente a Nueva Zelanda, con ambos equipos buscando avanzar en el mejor puesto posible. La selección española, doble campeona del mundo, continúa así su marcha firme hacia la búsqueda de una tercera estrella en el Mundial de Fútbol Sala.