MADRID, 30 Dic. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Bolivia, Luis Arce, ha designado este martes los nuevos cargos de la cúpula militar y ha tomado el juramento a cinco generales, entre ellos a César Vallejos como nuevo comandante de las Fuerzas Armadas, que han prometido esclarecer las masacres de Sacaba y Senkata, en las que estuvieron involucrados antiguos altos cargos de la institución durante la Administración de la presidenta interina, Jeanine Áñez.
Arce ha llamado a reconstruir la confianza de la población con las instituciones y a contribuir a la pacificación, a lo que Vallejos ha añadido que "en sentido de transparencia y compromiso con la patria, este mando garantiza el esclarecimiento de los hechos ocurridos en octubre y noviembre del año pasado, publica el diario boliviano 'La Razón'.
Además de Vallejos, Augusto Antonio García ha sido nombrado jefe del Estado Mayor General; el general Miguel Ángel del Castillo, comandante del Ejército; el general Marcelo Juan Heredia, comandante de la Fuerza Aérea; y el contraalmirante Franz Pablo Baldivieso, comandante de la Fuerza Armada Boliviana.
El mandatario ha justificado los relevos de los cargos como respuesta a las peticiones ciudadanas de justicia por la muerte de casi treinta personas en Senkata y Sacaba tras la represión de las fuerzas de seguridad bolivianas.
"Estas fiestas de fin de año reavivan la necesidad de paz en los hogares, pedidos por parte de varios sectores de la población porque se haga justicia, y hemos escuchado también múltiples pedidos para que el país ingrese en un franco proceso de pacificación, de armonía entre todos los bolivianos", ha subrayado Arce, en referencia a unos hechos que Vallejos ha calificado como "nefastos actos que enlutaron a la familia boliviana".
Arce también ha encomendado a los nuevos cargos luchar contra el narcotráfico y contrabando, así como participar en los planes de desarrollo económico.
La antigua cúpula militar protestó el pasado mes de noviembre contra la condena del comandante de las Fuerzas Armadas, el general Alfredo Cuéllar, acusado de asesinato durante la masacre de Sacaba. Once personas murieron durante la represión de estas protestas en apoyo al expresidente Evo Morales.
Este malestar en la institución castrense se sumaba al provocado por la destitución de los comandantes que dirigían la institución cuando Morales fue obligado a renunciar al cargo de presidente tras asegurar que hubo fraude electoral en 2019, algo que finalmente fue desmentido.
Por las masacres de 2019 tras las elecciones presidenciales, la Fiscalía General tramita preliminarmente un juicio de responsabilidades contra la expresidenta interina Jeanine Áñez como responsable principal del decreto que movilizó a los militares, otorgándoles inmunidad penal por la represión de los manifestantes.
Otros miembros del gabinete de Áñez también están siendo procesados, mientras que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) investiga los sucesos.